Ha pasado tiempo ya, pero No hay lugar como el hogar sigue presente en muchos sitios aparte de en mi cabeza. No en vano es uno de mis niños bonitos desde que UPL me diera la ocasión de escribirlo. En Alicante ha estado de actualidad estos últimos meses, y más concretamente la semana pasada con ocasión del I Mercado de la Autoedición en Cigarreras, dentro del Centro Cultural Las Cigarreras (Calle San Carlos, 78). Aquí abajo os dejo con el vídeo que se hizo desde AlacantiTV, donde además de ver No hay lugar como el hogar, se muestran el resto de obras editadas por Sugoi Ediciones como Kyo o Gacela, y se puede escuchar a Ulises hablando de esta bonita iniciativa. Si queréis haceros con un ejemplar antes de que se acaben del todo, solo hay que clicar en este enlace o preguntarme por mail o a través de las redes sociales.
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27 agosto 2015
NO HAY LUGAR COMO EL HOGAR EN ALICANTE
Ha pasado tiempo ya, pero No hay lugar como el hogar sigue presente en muchos sitios aparte de en mi cabeza. No en vano es uno de mis niños bonitos desde que UPL me diera la ocasión de escribirlo. En Alicante ha estado de actualidad estos últimos meses, y más concretamente la semana pasada con ocasión del I Mercado de la Autoedición en Cigarreras, dentro del Centro Cultural Las Cigarreras (Calle San Carlos, 78). Aquí abajo os dejo con el vídeo que se hizo desde AlacantiTV, donde además de ver No hay lugar como el hogar, se muestran el resto de obras editadas por Sugoi Ediciones como Kyo o Gacela, y se puede escuchar a Ulises hablando de esta bonita iniciativa. Si queréis haceros con un ejemplar antes de que se acaben del todo, solo hay que clicar en este enlace o preguntarme por mail o a través de las redes sociales.
21 agosto 2015
LA CESTA DEL MES #7
Llegamos a agosto y con ello aquí van, sin adornos ni largos preámbulos, las cuatro elecciones que constituyen este sección de carácter regular que es La cesta del mes:
El Multiverso #5: Mundo Trueno, de Grant Morrison y Cameron Stewart. Grapa. Color. 48 páginas. 3,50 €. La combinación del guión de Morrison con el siempre bonito dibujo de Cameron Stewart, junto con un formato la mar de económico que permite combinar esta elección con otras más caras, hacen del quinto número de El Multiverso (por cierto, echarle un ojo de paso al segundo y cuarto números) una elección excelente para este mes.
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Camelot 3000, de Mike W. Barr y Brian Bolland. Cartoné. Color. 320 páginas. 30,50 €. Justamente dediqué la reseña de este mes a la edición original de Camelot 3000, la de Ediciones Zinco. Si queréis leerla solo hay que clicar en este enlace. Dicho esto queda poco que añadir aquí, salvo que es uno de los tebeos con los que fue creciendo el amor por el noveno arte en mis tiempos mozos.
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Clase Letal 1. Una juventud Reagan, de Rick Remender, Wes Craig y Lee Loughridge. Rústica. Color. 176 páginas. 18 €. En su día descubrí algunos avances del primer número que estaba a punto de salir en los USA y le puse la señal de "apunta esto". Cada vez me gusta más Remender, que esta vez se mete con una historia de una especie de academía para jovenes asesinos en el año 87. El dibujo de Wes Craig es personal y le viene como anillo al dedo al planteamiento. Además, de momento van por el número 15 y sigue encargándose del apartado gráfico, lo que es una excelente noticia. Ojo al color de Lee Loughridg también.
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X-Men Vol. 4, 53: Magneto 1-3, de Cullen Bunn y Gabriel Hernández Walta. Grapa. Color. 72 páginas. 4,5 €. Como en el caso de El Multiverso#5: Mundo Trueno, este ejemplar es ideal por su precio y además porque recopila los tres primeros números con que el melillense Gabriel Hernández Walta comenzaba su participación con la serie regular de Magneto, que hasta su número 17 se han merendado casi en su totalidad entre él y Javier Fernández. Los guiones de Cullen Bunn también ayudan bastante, ya que suya es una de las recomendaciones antiguas que os hice por aquí: El Maldito.
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Total - 56,5 € que está muy en la línea de los últimos meses. Espero poder seguir ajustando así los presupuestos.
ACTUALIZACIÓN: Lo bueno de compartir este tipo de cosas en las redes sociales es que hay buena gente que sabe de cómics a rabiar, como Jorge García y Felipe H. Navarro, que me recomiendan como alternativa al tomo de Camelot 3000 (sobre todo para los que lo tenemos ya en su edición original), otro par de novedades de este mes de agosto. Son Sol Poniente, de Joaquín López Cruces y Mª Isabel Santisteban “Santi”. Cartoné. B/N (56 páginas) y color (32 páginas). 88 páginas. 21 €; y Marvel Limited Edition. La tumba de Drácula 3, de Marv Wolfman, Gene Colan y otros. Cartoné. Color. 432 páginas. 42,95 €. Dicho queda.
ACTUALIZACIÓN: Lo bueno de compartir este tipo de cosas en las redes sociales es que hay buena gente que sabe de cómics a rabiar, como Jorge García y Felipe H. Navarro, que me recomiendan como alternativa al tomo de Camelot 3000 (sobre todo para los que lo tenemos ya en su edición original), otro par de novedades de este mes de agosto. Son Sol Poniente, de Joaquín López Cruces y Mª Isabel Santisteban “Santi”. Cartoné. B/N (56 páginas) y color (32 páginas). 88 páginas. 21 €; y Marvel Limited Edition. La tumba de Drácula 3, de Marv Wolfman, Gene Colan y otros. Cartoné. Color. 432 páginas. 42,95 €. Dicho queda.
13 agosto 2015
SICARIOS #1 EN PAPEL
Ya lo podemos decir bien alto. Después de un largo trayecto de casi siete años desde que comenzamos con Sicarios, Ertito Montana y un servidor se complacen en anunciar que dentro de poco habrá edición impresa de Sicarios #1 Olmito. La edición será limitada, de unos 250 ejemplares en formato comic book, de 28 paginas a todo color (del grandioso KoH) y a un precio ajustado a más no poder. Ya no va a haber excusas para los que quieran hacerse con las aventuras de Phil y Riot, con lo que esperamos que esto sea el principio de una serie lo más longeva posible. Además de comprarlo en la web de Zona 00 Cómics cuando se ponga a la venta, también procuraremos que se pueda vender en alguna tienda física y hacer alguna presentación. Stay tuned...
09 agosto 2015
CAMELOT 3000
Día 9 de agosto y toca reseña. Esta vez he vuelto a tirarme por uno de esos clásicos que Zinco publicó a mediados de la década de los ochenta, como Atari Force. Y de la misma forma que ésta, se presentó como una maxiserie, aunque fuese de doce números en vez de trece y aquí el final fuese el verdadero final. Estoy hablando de Camelot 3000, de Mike W. Barr y Brian Bolland. A diferencia de Atari Force, que la tengo en una mezcla de números sueltos y retapados de cartón, mi edición de Camelot 3000 (la que ilustra la entrada en la parte posterior) es la recopilación que Zinco hizo en el año 93 de toda la colección en formato rústica. Si alguno no sabía de su existencia o le acabo de refrescar la memoria, lo va a tener sencillo siempre que quiera desembolsar los 30 euros que cuesta la nueva edición que pone a la venta ECC este mismo mes de agosto.
¿De qué va Camelot 3000? Pues es una revisión bastante acertada del mito artúrico, que como digo muchas veces, hay que analizar con los ojos de un lector de su época, aunque sus principales aciertos resisten sin lugar a duda una relectura con los ojos de un aficionado en 2015. Básicamente se trata del regreso de Arturo en el año 3000, justo cuando su presencia es más necesaria en Inglaterra, de acuerdo a la profecía. Despertado accidentalmente en Glastonbury Tor por un estudiante de arqueología llamado Tom Prentice, ambos van a Stonehenge en busca de Merlín, que ayuda a Arturo a recuperar la famosa espada Excalibur. Después de eso, las almas de los Caballeros de la Mesa Redonda quedan liberadas y se instalan en los cuerpos de personas de diferentes razas y sexos que acuden a la llamada de su señor. Juntos tendrán que hacer frente a unos invasores alienígenas liderados por la malvada Morgana, medio hermana de Arturo, y a la reencarnación de Mordred en el cuerpo de un intrigante oficial de Naciones Unidas, que maquina su venganza gracias a la ambición de los políticos de los países más poderosos.
El trabajo de sus autores es notable, aunque siendo riguroso me decanto más en este caso por el guión que por el dibujo. Mike W. Barr aún no se había hecho con un nombre en la industria antes de acometer el que sería uno de sus más célebres trabajos. Suyas son algunas historias posteriores de Batman que siempre están entre las favoritas de muchos, como Son of the Demon (con Jerry Bingham) o Batman: Year Two (con Alan Davis, Paul Neary, Alfredo Alcalá y un primerizo Todd McFarlane). Pero a mí personalmente me conquistó con sus números junto a Trevor Von Eden, como os dije en su día dentro del post dedicado a mis historias favoritas del personaje. Al mismo tiempo que hacía los guiones para Camelot 3000, también fue uno de los creadores de la mítica cabecera Batman and the Outsiders, con el enorme Jim Aparo al dibujo. En la obra que nos ocupa hoy, siempre se ha resaltado lo valiente de su propuesta con temas como la identidad de género (con el personaje de Tristan reencarnado en mujer) y la homosexualidad (con la relación de Tristan e Isolda). Pero hay que destacar que si alguien hizo posible que Camelot 3000 viera la luz, ese fue Barr. Desde el año 75 estuvo tratando de desarrollar la idea, que tuvo un camino de ida y vuelta en la DC, primero rechazada como posible proyecto, y un año más tarde (cuando casi es publicada por Marvel) editada como maxiserie.
En el apartado gráfico, Brian Bolland está un pequeño escalón por debajo de su compañero de equipo, a mi modo de ver. Seguramente este sea su trabajo más popular quitando por descontado el arte en La Broma Asesina, de Alan Moore. De hecho, es el único trabajo seriado de Bolland, que ha basado más su carrera en la ilustración que en el dibujo de interiores. Viendo sus páginas se nota que ha optado por el terreno donde mejor se mueve, porque si nos ponemos a comparar el diseño de páginas con las del maestro José Luis García López (es mucho comparar eso sí) en el tebeo elegido el pasado mes de julio, hay una diferencia grande en cuanto a resultados. Aún así, la caracterización de todos los personajes y las partes en que puede explayarse con splash pages o viñetas grandes, resultan cuanto menos disfrutables. Eso sí, su editor de por entonces (creo que era Len Wein), no creo que disfrutase mucho que se tomara tanto tiempo para terminar la serie, porque al parecer la meticulosidad de Bolland llegando al tramo final hizo que Camelot 3000 pasara a ser trimestral del número 8 al 11, y que para terminar de saber lo que sucedía con Arturo y sus aventuras hubiese que esperar nueve meses. En las tintas estuvo asistido por Bruce Patterson y el gran Terry Austin, aunque creo que parte de la obsesión de Bolland por hacer un lápiz lo más acabado posible, estaba precisamente en evitar por todos los medios que las tintas reinterpretasen su visión de los guiones de Barr.
¿De qué va Camelot 3000? Pues es una revisión bastante acertada del mito artúrico, que como digo muchas veces, hay que analizar con los ojos de un lector de su época, aunque sus principales aciertos resisten sin lugar a duda una relectura con los ojos de un aficionado en 2015. Básicamente se trata del regreso de Arturo en el año 3000, justo cuando su presencia es más necesaria en Inglaterra, de acuerdo a la profecía. Despertado accidentalmente en Glastonbury Tor por un estudiante de arqueología llamado Tom Prentice, ambos van a Stonehenge en busca de Merlín, que ayuda a Arturo a recuperar la famosa espada Excalibur. Después de eso, las almas de los Caballeros de la Mesa Redonda quedan liberadas y se instalan en los cuerpos de personas de diferentes razas y sexos que acuden a la llamada de su señor. Juntos tendrán que hacer frente a unos invasores alienígenas liderados por la malvada Morgana, medio hermana de Arturo, y a la reencarnación de Mordred en el cuerpo de un intrigante oficial de Naciones Unidas, que maquina su venganza gracias a la ambición de los políticos de los países más poderosos.
El trabajo de sus autores es notable, aunque siendo riguroso me decanto más en este caso por el guión que por el dibujo. Mike W. Barr aún no se había hecho con un nombre en la industria antes de acometer el que sería uno de sus más célebres trabajos. Suyas son algunas historias posteriores de Batman que siempre están entre las favoritas de muchos, como Son of the Demon (con Jerry Bingham) o Batman: Year Two (con Alan Davis, Paul Neary, Alfredo Alcalá y un primerizo Todd McFarlane). Pero a mí personalmente me conquistó con sus números junto a Trevor Von Eden, como os dije en su día dentro del post dedicado a mis historias favoritas del personaje. Al mismo tiempo que hacía los guiones para Camelot 3000, también fue uno de los creadores de la mítica cabecera Batman and the Outsiders, con el enorme Jim Aparo al dibujo. En la obra que nos ocupa hoy, siempre se ha resaltado lo valiente de su propuesta con temas como la identidad de género (con el personaje de Tristan reencarnado en mujer) y la homosexualidad (con la relación de Tristan e Isolda). Pero hay que destacar que si alguien hizo posible que Camelot 3000 viera la luz, ese fue Barr. Desde el año 75 estuvo tratando de desarrollar la idea, que tuvo un camino de ida y vuelta en la DC, primero rechazada como posible proyecto, y un año más tarde (cuando casi es publicada por Marvel) editada como maxiserie.
En el apartado gráfico, Brian Bolland está un pequeño escalón por debajo de su compañero de equipo, a mi modo de ver. Seguramente este sea su trabajo más popular quitando por descontado el arte en La Broma Asesina, de Alan Moore. De hecho, es el único trabajo seriado de Bolland, que ha basado más su carrera en la ilustración que en el dibujo de interiores. Viendo sus páginas se nota que ha optado por el terreno donde mejor se mueve, porque si nos ponemos a comparar el diseño de páginas con las del maestro José Luis García López (es mucho comparar eso sí) en el tebeo elegido el pasado mes de julio, hay una diferencia grande en cuanto a resultados. Aún así, la caracterización de todos los personajes y las partes en que puede explayarse con splash pages o viñetas grandes, resultan cuanto menos disfrutables. Eso sí, su editor de por entonces (creo que era Len Wein), no creo que disfrutase mucho que se tomara tanto tiempo para terminar la serie, porque al parecer la meticulosidad de Bolland llegando al tramo final hizo que Camelot 3000 pasara a ser trimestral del número 8 al 11, y que para terminar de saber lo que sucedía con Arturo y sus aventuras hubiese que esperar nueve meses. En las tintas estuvo asistido por Bruce Patterson y el gran Terry Austin, aunque creo que parte de la obsesión de Bolland por hacer un lápiz lo más acabado posible, estaba precisamente en evitar por todos los medios que las tintas reinterpretasen su visión de los guiones de Barr.
03 agosto 2015
GURōBU
Aunque unas temporadas me pueda centrar más en unos proyectos que en otros, sigo llevando para adelante casi tantos como dedos tengo en ambas manos. Algunos tienen carácter temporal por ser historias cortas, que para mí son un bálsamo para sobrellevar el trabajo (a veces sin recompensa) que supone preparar dosieres con historias largas para mover por editoriales. Una de estas historias cortas es precisamente Gurōbu. Aunque no es tan corta si nos fijamos en el número de páginas que va a tener. Se trata de una nueva colaboración con Juan Albarran tras Klepto, B-Movie! y la inminente 16 Cuerdas (El Arca #3 se está haciendo de rogar). A pesar de dedicarse profesionalmente a entintar cómics de la DC (ahí es nada), Juan todavía saca tiempo para dibujar de vez en cuando. Esta historia, como se puede ver en la página que os dejo aquí arriba, vuelve a versar sobre un deporte. Tras el boxeo en 16 Cuerdas, que fue petición expresa mía, esta vez toca el beisbol, del que Juan es un apasionado. No os puedo contar aún el destino de este proyecto, pero seguro que si la cosa funciona más de uno se va a llevar una sorpresa.