Bueno, pues esta semana la señorita F, o sea Franky, me comento que había una conocida suya que le había comentado que se estaba celebrando el primer certamen nacional inspirado en la obra de Max Ernst. En su web (que se llama como el nombre de esta entrada) se puede ver de qué trata y la mecánica del concurso. Hay tres obras literarias y tres gráficas del artista alemán, y se trata de escribir sobre lo que te inspiren sus dibujos, o de pintar sobre lo que te inspiren sus microrrelatos.
Así que me animó a escribir algo, y en un rato que me puse salieron un par de pequeños relatos inspirados en dos de las tres obras que hay colgadas en la web. Hay un pero, y es que el concurso es para gente de 14 a 30 años, pero bueno, el caso es que en el blog del certamen (al que podéis acceder pinchando en este enlace) ya han colgado mis dos microrrelatos, así que al menos la gente puede entrar y leerlos, además de poner sus comentarios (sí, señores y señoras, es una clara invitación a que lo hagáis) con lo cual me doy por satisfecho.
Como en el blog del certamen sólo ponen las obras que manda la gente, pero no adjuntan en las que se inspiran, aquí os dejo los dos relatos y las obras gráficas en que están basadas. De todas maneras, meteros en el blog y poner unos cuantos comentarios que me vais a hacer un rey. Espero que os gusten.
Se pasaba las noches en vela mirando por la balconada,
como esperando encontrar respuesta en alguna brillante estrella.
Cuan inmutable puede ser la voluntad de un hombre,
a pesar de andar buscando algo que ni siquiera conoce.
El tiempo se agota y nos tenemos que marchar.
El mar está en calma. Espera con su rostro más amable.
Quizá no había otro camino que escoger
y la solución pasaba por rendirse a la evidencia.
Pero es de esperar que el tiempo de reflexión
haya servido para paladear los buenos momentos pasados,
valorar los sinsabores en su justa medida
y recordar las amistades y los amores.
El tiempo se agota. Nos tenemos que marchar.
Así que me animó a escribir algo, y en un rato que me puse salieron un par de pequeños relatos inspirados en dos de las tres obras que hay colgadas en la web. Hay un pero, y es que el concurso es para gente de 14 a 30 años, pero bueno, el caso es que en el blog del certamen (al que podéis acceder pinchando en este enlace) ya han colgado mis dos microrrelatos, así que al menos la gente puede entrar y leerlos, además de poner sus comentarios (sí, señores y señoras, es una clara invitación a que lo hagáis) con lo cual me doy por satisfecho.
Como en el blog del certamen sólo ponen las obras que manda la gente, pero no adjuntan en las que se inspiran, aquí os dejo los dos relatos y las obras gráficas en que están basadas. De todas maneras, meteros en el blog y poner unos cuantos comentarios que me vais a hacer un rey. Espero que os gusten.
LA HUIDA
Escapamos. Como si el simple hecho de detenernos significara la condena eterna. Ni siquiera me vuelvo hacia atrás para buscarlo con la mirada. Tampoco para comprobar que soy el único que huye. Escapamos.
El miedo empieza a apoderarse de mis sentidos y pienso qué será de mí cuando el cansancio me obligue a parar. Cada incierta esquina, cada sombra cobijada, cada angosta tronera convierten la huida en un descenso a los infiernos peldaño a peldaño.
El puerto se convierte en un laberinto del que no se puede escapar. La sola idea acaba por socavar mi mente, sacando las pocas esperanzas que tenía y poniendo en su lugar la semilla del que se somete a lo que pueda sucederle.
Me voy deteniendo poco a poco, y acabó por sollar mientras veo pasar una figura a mi lado. No se detiene. No se vuelve para buscarme con la mirada. Escapa.
Escapamos. Como si el simple hecho de detenernos significara la condena eterna. Ni siquiera me vuelvo hacia atrás para buscarlo con la mirada. Tampoco para comprobar que soy el único que huye. Escapamos.
El miedo empieza a apoderarse de mis sentidos y pienso qué será de mí cuando el cansancio me obligue a parar. Cada incierta esquina, cada sombra cobijada, cada angosta tronera convierten la huida en un descenso a los infiernos peldaño a peldaño.
El puerto se convierte en un laberinto del que no se puede escapar. La sola idea acaba por socavar mi mente, sacando las pocas esperanzas que tenía y poniendo en su lugar la semilla del que se somete a lo que pueda sucederle.
Me voy deteniendo poco a poco, y acabó por sollar mientras veo pasar una figura a mi lado. No se detiene. No se vuelve para buscarme con la mirada. Escapa.
LA MUERTE Y LA ESPERA
Se pasaba las noches en vela mirando por la balconada,
como esperando encontrar respuesta en alguna brillante estrella.
Cuan inmutable puede ser la voluntad de un hombre,
a pesar de andar buscando algo que ni siquiera conoce.
El tiempo se agota y nos tenemos que marchar.
El mar está en calma. Espera con su rostro más amable.
Quizá no había otro camino que escoger
y la solución pasaba por rendirse a la evidencia.
Pero es de esperar que el tiempo de reflexión
haya servido para paladear los buenos momentos pasados,
valorar los sinsabores en su justa medida
y recordar las amistades y los amores.
El tiempo se agota. Nos tenemos que marchar.
-Ese faisán me acaba de robar el traje de bodas de mi barco de vela, pardiez!!. Pero lo atraparé aunque se me haya olvidado quitarme la capucha del disfraz de gaviota.
ResponderEliminarFaisán fariséo, que eres un faisán fariséo!!
Y el otro:
-El hombre zanahoria descansa tranquilo crellendo que es una peonza.
...Genio.
ResponderEliminarMe encantó el primero sobre todo.
Y me sorprendió lo rápido que lo escribiste, ya lo sabes.
;*
Yo ya te he puesto dos mariconadas en el blog ese que dices, a ver si sirve para algo. Pero son todo mentira a mí no me han gustado demasiado los relatos esos, demasiado dulzones y adornados.
ResponderEliminarYo soy más de Pérez-Reverte en el Semanal del Sur. O de Carlos Boyero en la entrevista digital semanal de El País (los jueves). No me los pierdo nunca.
Yo también he incluido comentarios. No sé si te he hecho un favor o la he cagao :D
ResponderEliminarA ver si tengo un ratico y me animo a escribir uno de esos micro relatos, ahora que me ha dado por volver a escribir (ver mi blog).
Saludetes!!
Gracias a todos, ¡esa Franky!, ¡te tenías que haber quedao con uno leche!...thanks por la sinceridad Miguel, había que adaptarse al formato del concurso ya tu sabes, de todas maneras me mola escribir de todo y sobre todo. Al Reverte sí que le sigo, de hecho una palabra que a veces uso bastante se la leí a él: ciscarse...me has hecho un favor sin duda David, me paso en un rato a ver qué has escrito...
ResponderEliminarLa amiga de Franky está buena???
ResponderEliminarRoberto has visto el del Braña?
ResponderEliminarCon todos mis respetos,pero... ése sí me ha molado.
Yo no se escribir pero sí leer. Y, por si acaso, yo no digo que tú no sepas (escribir), sabes y muy bien, pero ese estilo de tus relatos (sobre todo el primero), no me han gustado mucho.
De buen rollito siempre, amigo (invisible).
Sí sí, coincido contigo en que es un estilo más directo y menos poético, quizás me salió la vena Gustavo Adolfo Becquer.
ResponderEliminarPrimo de Boris Becquer como todo el mundo sabe...
ResponderEliminarGran jugador de petanca, para más detalles...
ResponderEliminarGracias, miguelgeo2, veo que he empleado bien el dinero del soborno :D
Con un litrito o dos de orujo me conformo.
ResponderEliminar¡Subo a un stroh 80 el viernes!
ResponderEliminarNo subas tanto, baja, baja, que yo luego hago de niñera. Si quieres calienta motores con nosotros y luego te la pegas gorda.
ResponderEliminarYo cervecita y algún pelotazo y poco más.
Ok, cervecitas y pelotazos....
ResponderEliminarBuena mezcla! Salud!
ResponderEliminarSalud!
ResponderEliminarY fuerza...