En abril sale la Revista Cthulhu #13 (Diábolo Ediciones) en la que coloboro una vez más con mi amigo César Herce, aka Caesar, con quién tuve el gustazo de formar tándem en Castra Regis para el número #11. Ya os mostré una viñeta de La última misión, que así se llama la historia con que participamos en este especial dedicado a Ray Bradbury. Se trata de una adaptación del relato El hombre del cohete, pero con un sello bastante personal que espero os guste a los que corráis a por vuestro ejemplar como marujas el primer día de rebajas. Estará presente en el inminente Salón del Cómic de Barcelona, al igual que El Arca de las Historietas #3, donde finalmente solo irá la historia que hice con Juan Albarran. La historia seriada Cornelius Grant Saves the World con Gabi Iglesias, pasa a futurible proyecto que buscará su hueco entre las novedades que se editan por estos pastos. Por cierto, la excelsa portada que adorna el ejemplar y por ende esta entrada, es cosa de Juan Antonio Serrano.
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25 marzo 2015
19 marzo 2015
LA CESTA DEL MES #2
Segunda entrega de esta recién creada sección donde recomiendo algunas de las publicaciones que se editan mes a mes en España. Esta vez entrando en más detalles sobre cada una de las cuatro recomendaciones, que en febrero lo hice un poco a salto de mata. Vamos con las cuatro de marzo:
Colección Extra Superhéroes 47. X-Statix 1, de Peter Milligan, Mike Allred, Paul Pope, Phillip Bond y Darwyn Cooke. Rústica. Color. 296 páginas. 15 €. Equipazo de lujo para este recopilatorio que continúa con la increíble etapa de Milligan y Allred en X-Force. Allred deja hueco en los números #5 y 10 de la edición original para que los dibujen Pope y Bond, mientras que Cooke se encarga de los dos números de Wolverine/Doop. Podéis leer la ficha en este enlace.
Colección Extra Superhéroes 47. X-Statix 1, de Peter Milligan, Mike Allred, Paul Pope, Phillip Bond y Darwyn Cooke. Rústica. Color. 296 páginas. 15 €. Equipazo de lujo para este recopilatorio que continúa con la increíble etapa de Milligan y Allred en X-Force. Allred deja hueco en los números #5 y 10 de la edición original para que los dibujen Pope y Bond, mientras que Cooke se encarga de los dos números de Wolverine/Doop. Podéis leer la ficha en este enlace.
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La balada del norte 1, de Alfonso Zapico. Cartoné. Blanco y negro. 232 páginas. 18,42x26 cm. 18 €. Zapico (Premio Nacional 2010 por Dublinés) cuenta la historia del hijo del dueño de una compañía minera asturiana en medio de la Segunda República, con la Revolución de Asturias del 34 asomando al fondo. Primer tomo editado en un exquisito blanco y negro. Podéis leer la ficha en este enlace.
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AIDP 23. Vampiro, de Mike Mignola, Gabriel Bá y Fábio Moon. Rústica. Color. 144 páginas. 17x26 cm. 16,50 €. Mignola a los guiones y los gemelos de Sao Paulo Gabriel Bá y Fábio Moon (Casanova, Daytripper, Dois Irmãos) dibujando una historia de brujas y vampiros en un pueblo de Checoslovaquia en el año 48... ¿se puede pedir más? Sí, el color de Dave Stewart. Podéis leer la ficha en este enlace.
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Canario Negro y Zatanna: Hechizo de Sangre, de Paul Dini y Joe Quinones. El guión de Dini (Batman: La Serie Animada, Amor Loco) y el particular estilo de Quinones (Superman/Batman, Teen Titans Go!), que a mí sí me gusta, en torno a una trama protagonizada por estas dos amigas, donde Canario ha de pedir ayuda a Zatanna en un problema de índole sobrenatural que solo ésta puede intentar solventar. Cartoné. Color. 144 páginas. 15,95 €. Podéis leer la ficha en este enlace.
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Total - 65,45 € que es un poco más que el mes pasado, pero intentaré moverme por estas cantidades y no exceder (a no ser que sea absolutamente impepinable) de los setenta euros.12 marzo 2015
NOVEDADES SOBRE SICARIOS
Aunque las entregas de Sicarios #1 hayan terminado para Aces Weekly #14, podéis haceros con el tomo entero que está ya a la venta en su web a un precio bastante razonable. Además, siempre tenéis la opción de seguir leyendo el número entero (castellano y B/N) en la remozada web de Zona 00 Comics, que estrena además un logotipo que me encanta. Mi compadre Ertito Montana es un fiera y lo mismo vale para un roto que para un descosido. Aquí arriba podéis ver el nuevo diseño con la portada que nos hizo en su momento Borja Pindado.
09 marzo 2015
FURIA: MIS GUERRAS PERDIDAS
Hoy es día 9 de marzo así que como ya sabréis los habituales... toca reseña. La tercera tras Caballero Luna: De entre los muertos en enero y Cinder & Ashe en febrero. Siguiendo un poco la estela del genero bélico que toca esta última, quisiera recomendaros Furia: Mis guerras perdidas. En este caso el tomo 2 (hay 1 con los mismos autores, pero aún no me he podido hacer con ello). Editado por Panini bajo su sello 100% MAX, este ejemplar agrupa el material original correspondiente a los números #7 al #13 de Fury MAX. Estamos ante una joyita para los que gusten de las buenas historias de guerra, un paseo nada dulce de la mano de Garth Ennis, uno de los máximos exponentes a la hora de escribir este tipo de argumentos.
Ennis es conocido por ser el creador de Predicador, pero siempre ha manifestado ser un amante del cómic bélico desde que era muy joven. Eso le ha llevado a contar estas historias con un tono mucho más agreste que la mayoría de sus colegas coetáneos. Pero no es solo eso lo que destaca una vez más en la historia que nos cuenta Ennis aquí, no solo es la crudeza con que representa las miserias de la guerra, sea en Vietnam o en Nicaragua, ni la violencia verbal y física con que se expresan los que participan de ella. Es la sensación palpable de que no se aleja demasiado de lo que sucedió y sigue sucediendo en la realidad. El guionista irlandés nos muestra los entresijos detrás de cada conflicto. Los verdaderos intereses que llevan a masacrar pueblos enteros en nombre de la democracia. Eso sí que da miedo, porque si uno no vive ajeno a la realidad que vivimos día a día, sabe que no es una fabulación de un guionista de cómic. Otro punto a favor de la historia, es que Ennis nos muestra un Nick Furia alejado de lo que huela a SHIELD y todo por lo que ahora se le conozca. Nos presenta un veterano que no sabe vivir sin estar en el fregado, como un recluso que vuelve a delinquir para que lo metan a la cárcel porque ya no sabe vivir en libertad. Por ahí pasan además un joven Frank Castle apuntando maneras para convertirse en Punisher y un personaje inquietante como Barracuda, creado por Ennis y Parlov.
Goran Parlov es uno de los últimos descubrimientos que hice al comprar este tomo hace unos cuantos meses. Y la verdad es que estoy enamorado de su estilo, mezcla de la influencia de enormes talentos como Moebius, Jordi Bernet, Jijé, Ernesto García Seijas, Alex Toth o John Buscema. Es una gozada ver como se las apaña para lucirse y al mismo tiempo darle a la historia de Ennis justo lo que necesita en cada momento. Se nota que no es la primera colaboración de ambos, ya que mirando en sus carreras, entre 2006 y 2008 habían trabajado juntos al menos en una treintena de números de la colección The Punisher y en la miniserie de cinco números dedicada al mentado Barracuda. De Parlov estoy deseando pillar Starlight cuando haya edición española, porque visto en su día el primer número online me dejó maravillado. Volviendo a su papel en Furia: Mis guerras perdidas, es destacable lo que consigue con las expresiones de los rostros, dado que vemos a una serie de personajes fijos en diferentes épocas. Sus rostros se arrugan, se abotargan o consumen, pero siempre vemos los mismos demonios que a cada uno van consumiendo por dentro, y los pecados que acaban por pasar factura a un lado u otro de las zonas de conflicto. Si me pusieran hoy día en el brete de escoger cinco dibujantes que son para mí quintaesenciales, seguramente uno de esos cinco sería este croata.
Ennis es conocido por ser el creador de Predicador, pero siempre ha manifestado ser un amante del cómic bélico desde que era muy joven. Eso le ha llevado a contar estas historias con un tono mucho más agreste que la mayoría de sus colegas coetáneos. Pero no es solo eso lo que destaca una vez más en la historia que nos cuenta Ennis aquí, no solo es la crudeza con que representa las miserias de la guerra, sea en Vietnam o en Nicaragua, ni la violencia verbal y física con que se expresan los que participan de ella. Es la sensación palpable de que no se aleja demasiado de lo que sucedió y sigue sucediendo en la realidad. El guionista irlandés nos muestra los entresijos detrás de cada conflicto. Los verdaderos intereses que llevan a masacrar pueblos enteros en nombre de la democracia. Eso sí que da miedo, porque si uno no vive ajeno a la realidad que vivimos día a día, sabe que no es una fabulación de un guionista de cómic. Otro punto a favor de la historia, es que Ennis nos muestra un Nick Furia alejado de lo que huela a SHIELD y todo por lo que ahora se le conozca. Nos presenta un veterano que no sabe vivir sin estar en el fregado, como un recluso que vuelve a delinquir para que lo metan a la cárcel porque ya no sabe vivir en libertad. Por ahí pasan además un joven Frank Castle apuntando maneras para convertirse en Punisher y un personaje inquietante como Barracuda, creado por Ennis y Parlov.
Goran Parlov es uno de los últimos descubrimientos que hice al comprar este tomo hace unos cuantos meses. Y la verdad es que estoy enamorado de su estilo, mezcla de la influencia de enormes talentos como Moebius, Jordi Bernet, Jijé, Ernesto García Seijas, Alex Toth o John Buscema. Es una gozada ver como se las apaña para lucirse y al mismo tiempo darle a la historia de Ennis justo lo que necesita en cada momento. Se nota que no es la primera colaboración de ambos, ya que mirando en sus carreras, entre 2006 y 2008 habían trabajado juntos al menos en una treintena de números de la colección The Punisher y en la miniserie de cinco números dedicada al mentado Barracuda. De Parlov estoy deseando pillar Starlight cuando haya edición española, porque visto en su día el primer número online me dejó maravillado. Volviendo a su papel en Furia: Mis guerras perdidas, es destacable lo que consigue con las expresiones de los rostros, dado que vemos a una serie de personajes fijos en diferentes épocas. Sus rostros se arrugan, se abotargan o consumen, pero siempre vemos los mismos demonios que a cada uno van consumiendo por dentro, y los pecados que acaban por pasar factura a un lado u otro de las zonas de conflicto. Si me pusieran hoy día en el brete de escoger cinco dibujantes que son para mí quintaesenciales, seguramente uno de esos cinco sería este croata.
02 marzo 2015
JOSÉ LUIS GARCÍA-LÓPEZ: LA LEYENDA DEL CÓMIC
Aunque pontevedrés de nacimiento, la vida de José Luis García-López se desarrolla primero en Buenos Aires, donde llega con tan solo cinco años, y más tarde en los Estados Unidos, donde fijó su residencia en Nueva York desde 1974.
Primeros años de formación.
Sus primeras influencias fueron las de Joe Maneely (Black Knight), el gran Russ Heath (Little Annie Fanny), el bonaerense Enrique Vieytes (Duval y Gordon), o el cordobés Luis Domínguez (Jonah Hex). Con once años comienza a estudiar un curso de dibujo por correspondencia que su hermana le compró en Continental School. Tras comenzar a formarse, empezó a publicar a los trece con una historia de vaqueros, pero no por ello dejó de buscar el modo de mejorar sus conocimientos artísticos, ingresando a la temprana edad de dieciséis años en la Escuela Panamericana de Arte de Buenos Aires, de donde precisamente era director Vieytes. Allí recibió clases durante tres años de éste, Borisoff, De la Mota, Pereira, Novelle, o el enorme Alberto Breccia.
Carrera en Argentina.
Una historia de ciencia-ficción de 32 páginas para la revista Esquiú hizo que comenzara a trabajar en la Editorial Columba. Allí empezó con relatos cortos de tipo histórico y aventuras como El filibustero (1968) y La Guardia Suiza muere en Roma (1970), ambos escritos por Robin Wood, algunas adaptaciones de clásicos de la literatura como Los Tres Mosqueteros, e incluso adaptaciones de películas como La reina Cristina de Suecia. Hasta que en diciembre del 72 (enero del 73 según otros) empezó a dibujar los guiones de Héctor Germán Oesterheld (El Eternauta) para Roland el corsario en la revista Fantasía. Primero junto con David Mangiarotti y más tarde haciéndose cargo en solitario del apartado gráfico, completó los primeros 27 capítulos hasta su marcha definitiva a los Estados Unidos en 1974. En ese mismo año aún colabora con la Editorial Record en la revista Skorpio, con una historia llamada El pirata, justo antes de marcharse a Nueva York. A primeros de los ochenta, ya afincado en los USA, siguió colaborando con Columba en historias como El reloj de la eternidad, con guión de Leo Ventura.
Trabajos para Charlton Comics y Gold Key.
Desde el año 68 no obstante, ya alternaba su trabajo en Argentina con encargos para Charlton Comics. Primero con historias de monstruos y después con una serie de historias románticas realizadas por encargo desde Argentina a través de diversas agencias. Entre las publicaciones en las que colaboró se encuentran Ghostly Tales, I Love You, Hollywood Romances, Johnie Love, Just Married, Love Diary, Romantic Story, Sweethearts, Teen Confessions, o Time for Love, a cuyo número #18 corresponde esta página de aquí al lado (una historia corta de diez páginas llamada A kiss to remember). De esta manera pudo establecer cierta relación con Dick Giordano, editor por aquel entonces de Charlton y futuro colaborador en DC Comics. De la misma forma, también colaboró en algunas publicaciones de terror editadas por Gold Key, como Grimm's Ghost Stories o Boris Karloff Tales of Mystery.
Comienzos en DC Comics.
En 1974 se trasladó a Nueva York, donde conoció al editor de DC Comics, Joe Orlando. Su primer crédito para DC fue junio 1975 de Pesadilla En Oro dentro de Action Comics #448, en la que entinta los lápices de Dick Dillin. Al
mes siguiente, hizo lo propio con el dibujo de Curt Swan en La vida privada de Clark Kent (Superman #289). Se pudo estrenar al dibujo y tintas con una historia de complemento protagonizada por Hawkman dentro de Detective Comics #452 (octubre de 1975) con guiones de E. Nelson Bridwell. A finales del 75 encadena su trabajo más continuado en DC hasta la fecha, realizando las portadas y los lápices de la miniserie de seis números Hercules Unbound (con tintas del mítico Wally Wood). A ese encargo le sucederían otros en los posteriores años como sus números en Tarzán sustituyendo a Joe Kubert (casi nada), Action Comics, Weird War Tales, Detective Comics, Adventure Comics, Superman (donde se alterna con Curt Swan y comienza su relación laboral con el guionista Gerry Conway), Batman o algunos de sus trabajos más destacados dentro de las colecciones Weird Western Tales y Jonah Hex (ambas protagonizadas por Hex), con guión de Michael Fleisher. En el año 1978 vuelve a colaborar con Gerry Conway en All-New Collector’s Edition #54, con una historia que enfrenta a Superman contra Wonder-Woman. Del mismo año es DC Comics Presents, una serie protagonizada por Superman y algún invitado de turno, que se lanzó en agosto del 1978 junto con el guionista Martin Pasko.
Los gloriosos años ochenta.
En el año 81, José Luis García-López hizo algunos números de The Brave and the Bold y posteriormente encadenó algunos de los trabajos por los que será siempre recordado. El inolvidable crossover DC-Marvel entre Batman y Hulk dentro de la serie DC Especial Series #27 guionizado por Len Wein. En 1982 comienza el que será su trabajo más largo y lamentablemente nunca editado para ser adquirido por el aficionado. Estamos hablando de la DC Comics Style Guide, una iniciativa de Warner Bros para explotar los personajes de la compañía con fines de mercadotecnia. Otras obras muy destacables de esta etapa tan fructífera son Atari Force (escrita por el inefable Gerry Conway), que fue una de las últimas series largas que dibujó García-López. Aquí nos llegaron los 13 primeros números que fueron los que dibujó él con excepción del Atari Force #13 que se encargaría Eduardo Barreto, a la postre autor de los números inmediatamente posteriores (números que no llegaron aquí a España). También de esta década está su participación en la miniserie que daba continuación a Camino a la Perdición (sí, la que llegó a hacerse película) con guiones de Max Allan Collins. En el 86 hace la miniserie de seis números que recupera a Deadman (con guión de Andrew Helfer), algún arco de Nuevos Titanes (sustituyendo a George Pérez), números suelto de Legión de Super-Héroes, y vuelve a colaborar en 1988 con Gerry Conway en una miniserie de cuatro números llamada Cinder & Ashe, que no tenía nada que ver con Atari Force, pero que es una de las obras por las que muchos aficionados (entre los que me incluyo) le consideran un auténtico maestro.
Los noventa y el reconocimiento de la crítica.
Su trabajo en la miniserie Twilight con Howard Chaykin llegó a recibir una nominación a “Mejor Dibujante” en los prestigiosos Premios Eisner del año 1992. No sería esta su última nominación. Personajes como Star Rovers, Manhunter 2070, o Tommy Tomorrow hacen de esta obra una de las
más buscadas por los fieles de García-López. Posteriormente, empieza una etapa en la que pone su maestría al servicio de otros dibujantes, como por ejemplo entintando a Trevor Von Eeden y Russell Braun en Legends of the Dark Knight (del #16 al #20 con idéntica correspondencia en la edición de Zinco), dentro del serial Veneno, donde además hacía las portadas. Otro de los trabajos recurrentes del artista en este período fue la colección Elseworlds, donde alterna las tintas con los lápices en algunos ejemplares, como por ejemplo Superman: Kal (1995), Batman: Reign of Terror (1999), Superman Inc. (1999) y Superman: Realworlds (2000). Como curiosidad hay que decir que a pesar de que la mayor parte de su carrera la desarrolló para DC, en 1997 uno de los escasos trabajos que García-López hizo para Marvel, concretamente en el número único Dr. Strangefate para la línea Amalgam (que era coeditado con DC, no obstante), le valió otra nominación junto a Kevin Nowlan para los Eisner dentro de la categoría “Mejor dibujante y entintador o equipo de dibujante y entintador”.
El legado de García-López en el siglo XXI.
Desde el comienzo del nuevo siglo hasta la actualidad, José Luis García-López ha seguido produciendo en menor medida pero sentando cátedra en cada uno de los trabajos que ha acometido. Tras el Batman: Gotham Knights #10 (2000), se implicó en la esperada continuación de la primera miniserie de Deadman, con los llamados como números #5 y #6 en el año 2002. Más tarde, los seis números serían recopilados junto con las portadas que hizo para Deadman: Dead Again en un tomo editado aquí por Planeta DeAgostini en 2007. De 2003 data su participación en la miniserie de tres números que daba continuación (aunque contando hechos en paralelo) a Camino a la Perdición (llamada On the Road to Perdition) con guiones de Max Allan Collins. Tras algún número suelto en la regular de Hawkman, se encarga de otra miniserie en 2005, DC Special: The Return of Donna Troy con cuatro números escritos por Phil Jimenez y siendo entintado por George Pérez. Aquí fue editado por Planeta en un solo tomo un par de años más tarde. En 2006 dibuja un arco llamado The Hypothetical Woman (La Mujer Hipótesis) para la colección JLA: Clasificado, que ocupa seis números (del #16 al #21) con guiones de Gail Simone.
Uno de sus últimos trabajos más continuados es su arco con los Metal Men escrito por Dan DiDio (jefazo en DC Comics), dentro de la publicación colectiva Wednesday Comics que se extendió a lo largo de doce números en 2009. En 2011, Planeta lo publicó todo en su tamaño original (36’5×26 centímetros) dentro de un enorme tomo de 200 páginas. Tras esto, lo hemos podido disfrutar en colecciones como Batman Confidential #26-28 (2009); DC Universe: Legacies #3-4 (2010); The Spirit, vol. 2, #17 (2011); o All-Star Western, vol. 3, #10 (2012). Destacar por último, el trabajo más reciente que ha llegado a las tiendas. Adventures of Superman: Jose Luis Garcia-Lopez recopila su trabajo en los años 70, tanto dentro de la colección de Superman (#294, #301, #302, #307, #308 y #309) como en el especial que lo enfrenta con Wonder Woman. La edición original del año 2013 ha sido hace pocos meses editada por ECC Comics, bajo el nombre de Superman contra el mundo, y se puede encontrar relativamente fácil.