Hay veces que la pasión por lo que estás contando, por lo que quieres mostrar con tu arte, queda impregnado en la propia obra que luego llega al lector. Es casi como en esas viejas películas de terror, donde las casas encantadas quedan malditas por las maldades que sus inquilinos han perpetrado en ellas. Justo esto es lo que pasa con Arrojaré a los perros tu cadáver. Con cada página sientes todo el buen hacer y la devoción que Juan Alcudia y Manu Gutiérrez han volcado en ambas ediciones. ¿Cómo? ¿Que no sabes que ha habido dos ediciones de esta obra? Pues mira la imagen de arriba a la derecha y después dale al rewind.
Allá por 2022 Juan y Manu se lían la manta a la cabeza y tras haber colaborado juntos previamente, se meten con esta idea que surge de 10 páginas de texto por parte de Juan, y acaban en la salvajada que se edita con el sello de Juan: Ediciones Kudelka. Una maravilla que sale con copias limitadas (75) y que se agota en tres días. Por suerte conseguí mi copia (la nº 57). Tanto en fondo como en forma me parece una de las mejores cosas que se publicaron durante ese año. Lo de la forma no es algo baladí. La edición de Kudelka es mucho más que profesional. Le da sopas con ondas a muchas editoriales de postín y renombre que no cuidan estos detalles. Aquellas 52 páginas consiguieron una nominación en la categoría de Mejor fanzine dentro de la edición 41 de Comic Barcelona. Por desgracia no se llevaron el premio.
Pasaron los años (no muchos) y por fortuna nuestros amigos consiguieron llamar la atención de Dolmen Editorial, no sin antes haber recibido algunas negativas que chocan un poco, como bien apunta Juan las veces que le he escuchado, con ese espíritu de abrir las puertas a lo indie con que se venden algunos sellos (nacionales y no). Nada nuevo bajo el sol, al menos del sol que calienta en los últimos tiempos a este mundillo. De esta manera se lanzó hace relativamente poco la nueva y remozada edición de Arrojaré a los perros tu cadáver, con 68 páginas (16 páginas más) y una encuadernación en cartoné con sobrecubierta que muestra la portada original.
He leído términos con los que estoy bastante de acuerdo para referirse a Arrojaré a los perros tu cadáver, como poesía gráfica. Los textos de Juan Alcudia siempre me han parecido interesantes y cercanos a lo que yo quiero tener en mi librería como lector. Es muy personal a la hora de escribir y eso es algo complicado en tiempos de "vamos a clonar al escritor de moda en busca de ese nicho comercial". Y qué decir del arte de Manu Gutiérrez. Ese blanco y negro poderoso (me vais a permitir que me quede con la mayor potencia de la edición de Kudelka) que es más deudor, como ha dicho él en público y privado, de gente como María Colino, que de una primera comparativa con Alberto Breccia. No podría haber mejor combinación para una historia de venganza donde la venganza se cobra a primeras de cambio.
Me chifla la frase con la que se promocionaba en la web de Kudelka este rara avis dentro de un mundillo donde cada vez se hacen más mierdas tediosas para lectores que lo quieren todo mascadito. Y es la misma frase con la que se promociona en la web de Dolmen, con lo cual no puedo dejar de acabar esta reseña usándola como la mejor despedida y cierre que os puedo ofrecer:
En una habitación sin ventanas, de una quinta abandonada, un hombre conversa con el asesino de su familia, antes de degollarlo, una plática de dolor, muerte y resurrección.
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