16 mayo 2018

EL REY ARAÑA


Nueva reseña, que ya iba siendo hora después de la anterior a primeros de año. Esta vez, volvemos con el variado y suculento catálogo de Grafito Editorial, que este año se guardaba un as en la manga con El Rey Araña, de Josh Vann y Simone D'Armini. Puede que no sea una obra que traiga un halo de popularidad bárbaro, pero hay cosas que convierten en un verdadero acierto la compra de sus derechos para el mercado nacional. Pero antes de llegar a esa parte, voy a empezar a copiar el modelo que seguimos en Lo Que Yo Te Diga, el podcast en el que participo desde hace un tiempo junto a los ínclitos Juan Albarran y Adrían Gutiérrez. Allí procuramos destripar lo mínimo posible las recomendaciones y lo primero que hacemos es dar ofrecer datos sobre el producto, a modo de ficha técnica.

El Rey Araña es un tomo de 112 páginas a color (con gran cantidad de rojo sangre, como anotan en la web de la editorial), con el tamaño habitual de las tiradas de Grafito, 16 x 24. Dicho tomo recopila la serie original publicada en IDW Publishing en cuatro comic books. Pero el origen de todo viene desde más atrás, porque en Kickstarter se hizo una campaña en 2013 con el nombre de su guionista, Josh Vann, para recaudar fondos con intención de publicarlo en Australia. Esto lo sé por dos motivos: el primero es que los fondos se pagaron en dolares australianos; y el segundo es que recibió el Premio Bronze (compartido con Negative Space) en los Ledger Awardsaustralianos sin una editorial que por aquel entonces la respaldara. Imagino que a raíz de aquello, IDW se interesó por publicarlo y a sus autores les convenció la oferta que les pusieron en la mesa. Para finalizar la parte más técnica de la recomendación, no me puedo olvidar de los habituales extras que ofrece la editorial. En este caso viene con una historia extra que se hizo antes de la historia larga, un par de páginas de bocetos, una lámina que lleva dos portadas extra, una por cada cara, y el añadido de estar ausente de gastos de envío si lo pedís directamente en la web de Grafito.


Entrando ya en la parte más analítica, o el porqué la recomiendo, habría que empezar diciendo de qué va El Rey Araña. El argumento básico empieza con una escena que podría haber salido de El Rey León sumado a Brave (Indomable), pero pasados por un filtro vikingo al más puro estilo Michael Hirst. Tres tramas que van funcionando en paralelo: la de Hrolf, Sigrid y Aarek, hasta que acaban cruzando sus caminos de manera intermitente. Asistimos básicamente a una lucha de clanes, donde el rey de los Laxdalos muere a manos de su hermano Aarek, y eso desencadena una batalla que dura años, con el joven príncipe Hrolf ocupando el lugar de su fallecido padre, a la vez que intenta que su tío no arrase con todos los territorios. Uno de esos territorios es el de los Lombardos, donde la única que parece tener claro lo que hay que hacer es la princesa Sigrid, una pelirroja de armas tomar. Sigrid escapa de la corte lombarda para hacer ella misma lo que nadie quiere hacer: rajarle el cuello a Aarek. Pero hete aquí que el cielo se desploma sobre las cabezas de los vikingos como si fueran el pueblo galo de Asterix. Varias naves extraterrestres caen y no en todas van los mismos alienígenas. Por un lado está el Slarpax, que es una especie de parásito galáctico con la labia de un vendedor de coches. Y por el otro están los D’givani, sus enemigos acérrimos que lo habían capturado para lanzarlo al Sol antes de que una lluvia de meteoritos hiciera embarrancar sus naves en la Tierra. Uno de los supervivientes D'givani es rebautizado como Frodi y se convertirá en un importante aliado en la pelea contra el Slarpax. Con todos esos jugadores pululando por la misma zona, asistimos de primera mano a una serie de encuentros y desencuentros, que tienen como premio el destino de algo más que un territorio en las zonas boscosas donde se desarrolla la acción.

La invasión extraterrestre normalmente es un tema ambientado en el presente o en un futuro cercano, por lo que el efecto en la cultura medieval es interesante. No es algo que sea novedoso, ojo. Así a bote pronto me viene una película llamada Outlander de Jim Caviezel, que no es tan mala como muchos la pintan si la ves sin más pretensión que la de divertirte. En otro contexto (western) pero con puntos en común con El Rey Araña está Cowboys & Aliens, que primero fue cómic, y luego traslación fallida al cine con Harrison Ford y Daniel Craig. Incluso más recientemente se podría englobar esta inclusión del fenómeno alien en el pasado con La Gran Muralla, de Zhang Yimou. Pero el hecho de que algo no sea novedoso no implica que no se pueda contar de otra manera y que resulte fresco y disfrutable. Eso es lo que sucede precisamente con el planteamiento de El Rey Araña.


En el apartado autoral, empezando por su guionista, el australiano Josh Vann dispone una historia sencilla (viva la sencillez) pero divertida, encadenando las sanguinolentas escenas de acción, con algunas dosis de humor, y unos personajes que están lo suficientemente instaurados como para que las similitudes que tienen con otros que ya han aparecido en lecturas o visionados anteriores (arriba os he dejado algunas pistas), completen los cuatro trazos con que Vann construye los principales protagonistas. El cabeza de cartel sin duda alguna es el italiano residente en Dublín, Simone D'Armini. D'Armini consigue crear algo increíblemente particular. Esos personajes narizones que recuerdan un poco a algunos de los que aparecen en las historias del maestro Enrique Fernández. Esas escenas de lucha interna entre el ser humano y el parásito con un estilo cubista, que delimita esa pelea de lo que está sucediendo en el plano real. Para completar aún más el tratamiento visual, tenemos los colores de Adrian Bloch. Cada página es casi monocromática, aunque cambia con tonos de ámbar, marrón, azul y verde, lo que acaba dando un efecto muy chulo con el estilo de D'Armini.

En resumen, un acierto pleno el haberse hecho con los derechos para publicar The Spider King en su versión nacional. Deseando eso sí, que Vann, D'Armini y Bloch se pongan las pilas para parir otro bloque de cuatro números que Grafito pueda publicar en este formato el año que viene. Porque pese a que la trama tiene un desenlace acorde con lo que se cuenta en el planteamiento, el final deja cabos sueltos adrede en busca de seguir narrando las andanzas de su elenco principal. Os dejo nuevamente con el enlace que lleva a la web de la editorial valenciana, para que solo tengáis que hacer unos pocos clicks a la hora de tener vuestro ejemplar de El Rey Araña en casa, cómodamente y sin gastos de envío.

* En honor al autor Peter Ledger.

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