No me ha picado ningún bicho, ni estoy delirando, pero los astros se han alineado para que en un breve lapso de tiempo salgan dos entrevistas por aquí. No nos acostumbremos que lo mismo pasa mucho para que salga la siguiente. El caso es que he podido hablar con otro amigo y compañero de profesión como Juan Albarrán, cuya singladura en el mundo del cómic da para documental de Netflix (ahí lo dejo por si alguien lo quiere recoger). No es la primera vez que Juan pasa por aquí. Si os vais a este enlace, allá por 2013 (ya ha llovido), hablamos de su entrada como entintador para DC, y en esta ocasión nos juntamos virtualmente para charlar de cómo se ha asentado como dibujante en la meca del manga, con su Matagi Gunner. Ojo con lo que no os habéis leído nada, porque hay preguntas que destripan cosas... no muchas, pero las hay.
Portada de la edición española de Matagi Gunner #1 |
Roberto Corroto: Bueno, Juan, aquí estamos de nuevo, más de diez años después de aquella entrevista donde me contabas tu entrada en DC como entintador. Ha dado de sí el tiempo, ¿no? Si tu yo del futuro te hubiera visitado por entonces para decirte que estarías en la situación actual, ¿qué leches le hubieras dicho?
Juan Albarrán: (Risas) Buena pregunta. Lo de ser dibujante (y no ya entintador) seguramente me lo hubiera creído porque era el objetivo desde el principio pero lo del dibujar manga en Japón no lo hubiera imaginado ni en mis mejores sueños… o pesadillas, según se mire. Empecé a trabajar en Matagi Gunner en noviembre del 2021 y aún a día de hoy no me acabo de creer que no solo dibujo una serie de manga en la Morning de Kodansha sino que vamos por el volumen 8 y de momento no hay fecha para que acabe la serie. Eso me parece casi más un milagro que el llegar a dibujar en Japón.
R.C: Por ordenar un poco las cosas y empezar desde el principio. Yo sé cómo acabas empezando a trabajar para la industria del manga japonés... bueno, yo y todos los que hayan leído las entrevistas donde lo has contado, pero en mi caso y en el de otros cercanos a ti, lo vivimos de primera mano. Cuenta cómo fue ese aterrizaje gradual para el que no sepa quién es Juan Albarrán (que ya empiezan a ser pocos).
J.A: Es una historia larga, de varios años pero voy a intentar ser breve. Yo entinté cómics para DC durante 7 años y aunque ya había tomado la decisión de hacer la transición a dibujante en el 2019 y dibujé varias muestras para tener un portafolio, no fue hasta la pandemia que no me quedó más remedio que hacerlo. En Abril de 2020 dejé de recibir trabajo de DC y todo el mercado americano estaba parado así que decidí dar el salto e intentar encontrar trabajo en el mercado que nunca para de hacer cómics, Japón. Por el tema del idioma busqué trabajo como asistente y lo conseguí. Dos años después, tras haber enviado varias historias a las editoriales durante meses, uno de los dibujantes para los que trabajaba de asistente me recomendó a su editor de Morning como potencial dibujante de Matagi Gunner. Morning se puso en contacto conmigo y aquí sigo dos años y medio y más de 1200 páginas más tarde.
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R.C: En tu caso aquella máxima de Unamuno de renovarse o morir no puede tener más sentido. Está claro que el impacto que causaste trabajando con Masamichi Sato hizo que te recomendase al que es ahora tu editor, por lo tanto, se puede hablar de una suerte buscada. ¿En algún momento has tenido la sensación de estar abrumado por cómo se iban encadenando estos acontecimientos?
J.A: Uf, constantemente. En febrero del 2022, cuando me dieron mi primera fecha de entrega, me pasé días sin dormir pensando en donde me había metido y si sería capaz de seguir el ritmo de producción que me exigían. Aún a día de hoy, cuando voy algo justo de tiempo y me llega un email por sorpresa pidiéndome que dibuje las portadas del siguiente tankōbon, por ejemplo, entro en pánico y pienso que no voy a poder con las portadas mientras sigo dibujando la serie regular. Es una sensación horrorosa porque yo ya he tenido que pasar días o incluso semanas de apretar y dormir poco para poder llegar a todo lo que me piden, y el cansancio físico y mental que se acumula es terrible. Por otra parte, estoy dibujando el capítulo 63 a día de hoy, hemos publicado 6 tankōbons y, toco madera, aún no he fallado ni una fecha de entrega, lo que me da algo de confianza en mí mismo para cada situación difícil a la que me enfrento ahora. Pero el susto inicial siempre me lo llevo, luego me recuerdo a mi mismo que ya lo he hecho en el pasado y al final siempre llego a tiempo. De todo se aprende, supongo.
R.C: Para el que no lo sepa, la premisa de Matagi Gunner es que un matagi (una especie de cazador tradicional) llamado Hitonari Yamano se acaba metiendo en el mundo de los juegos FPS, donde se convierte en uno de los mejores, entablando relación con una joven llamada Takana que quiere dedicarse a ser gamer profesional. Tras haberme leído los dos primeros tomos en la edición española, he de decir que me gusta los dos pilares sobre los que se sostiene todo, o al menos los que yo considero que son. Por un lado el contraste del mundo rural y la tradición, con la modernidad de las ciudades y las nuevas tecnologías... con su protagonista haciendo de inesperado puente. Y por otro lado el apostar por una trama en la que el entorno principal son los videojuegos creo que hace que tenga un mercado potencial enorme de lectores, sean habituales o casuales. No sé cómo lo ves tú desde dentro.
J.A: Sí, yo también lo veo así. Por una parte, el hecho de juntar cosas tan aparentemente alejadas como personas de la tercera edad con los videojuegos creo que es el gancho principal de la serie, porque no creo que se haya visto mucho en el mundo del cómic. Y para mí el punto de unión, lo que hace que el tinglado no se venga abajo, es el que Yamano usa sus habilidades como cazador para jugar en los videojuegos de FPS. Sin ese nexo, los dos elementos opuestos que comentas estarían desconectados.
En general, es una historia de contrastes como bien dices, ciudad y entorno rural, juventud y vejez, tecnología y tradición e incluso de caracteres, tenemos un Yamano gruñón, serio y callado que se ve rodeado de personajes mucho más extrovertidos. Y lo mejor de todo es que creo que Shoji Fujimoto maneja muy bien estos elementos y los mantiene siempre en el centro de la historia y los distintos arcos que hemos contado hasta la fecha. Incluso usa esos contrastes para darle un toque de humor a Matagi Gunner. Uno de mis gags favoritos está en el tomo 1, cuando todos los jugadores de Gunners Tribe ven al samurái con el que juega Yamano como un jugador misterioso, callado, letal y que nunca habla cuando la realidad es que Yamano no tiene ni idea de que podría llevar auriculares y hablar con otros jugadores online.
R.C: Volviendo a leer ambos tomos antes de esta charla, hay una ligera evolución por tu parte en las páginas que se ven del Matagi Gunner 1 al 2, o al menos yo la veo. Evolución a mejor me refiero. No sabría decirte si a la hora de cómo se mueven los personajes, sobre todo en las escenas de lucha, o qué, pero es una sensación que me viene a medida que voy avanzando... ¿tú has notado que te vas haciendo más a los personajes y al ritmo de trabajo y eso se traduce en páginas de más calidad? De ser así, ¿crees que esta evolución sigue en progreso en los tomos que aquí aún no han visto la luz?
J.A: Sí, creo que mejoro poco a poco y aún a día de hoy, que estoy dibujando el capítulo 65, mis editores me dicen de vez en cuando que sigo mejorando y mejorando. Es lógico, hasta cierto punto. Ten en cuenta que esta es mi primera serie larga, antes había dibujado varios cómics cortos (la mayoría contigo de guionista), pero nunca había tenido la oportunidad de dibujar los mismos personajes durante cientos y cientos de páginas sin parar. Además, las escenas de lucha han sido siempre mi punto débil, o al menos de las que menos satisfecho quedaba al principio de la serie, así que decidí centrarme en mejorar esa parte del cómic. Me alegra ver que los lectores también aprecian esa mejoría. Aún a día de hoy sigo leyendo manga de acción para aprender de los maestros del género, e intento pasar el mayor tiempo posible planificando esas escenas para que queden espectaculares y dinámicas y si comparo la acción del tomo 8, que estoy dibujando ahora, con las del principio, estoy bastante satisfecho con la mejoría.
De todos modos, en general, creo que la mejoría de verdad empieza con el tomo 3, donde hay un arco/flashback en el que realmente me esforcé mucho para que quedara bien.
Portada de la edición española de Matagi Gunner #2 |
R.C: Ahí, ahí, arrancando el tren del hype... cómo se nota que has tenido un podcast de éxito (risas). Otra cosa, el hecho de que la antagonista principal (al menos en los primeros tomos) de Yamano sea una niña pija (lo de NARA me hace mucha gracia) de Barcelona, ¿era algo que Shoji Fujimoto lo tenía escrito desde antes de empezar a trabajar contigo? ¿O fue una cuestión que surgió a posteriori de saber de dónde eras y demás?
J.A: No sé exactamente cuánta historia Fujimoto ya tenía escrita cuando yo entré en el equipo así que no sé seguro si la niña pija de Barcelona, hija del presidente de NARA, ya estaba en los planes, pero lo dudo mucho. Lo dudo porque más adelante la historia ha pasado por básicamente todas las ciudades por las que he vivido y no es casualidad, que eso sí lo he preguntado. Fujimoto, que es muy listo, decidió llevar la historia a sitios donde yo he vivido para que al dibujarlos parezcan más realistas y yo me sintiera más cómodo porque conozco los lugares en cuestión. Además, ya que la historia da pie a que gamers de todo el mundo jueguen y compitan en el mismo videojuego, tiene cierta lógica que Fujimoto lleve la historia a España en lugar de Italia, por ejemplo, ya que yo soy de allí. La inspiración ha de venir de algún lado, supongo, y el hecho de trabajar con un dibujante extranjero (para él, claro), le habrá dado a Fujimoto alguna idea que otra.
Eso sí, yo no he hecho ninguna sugerencia ni he tenido ninguna influencia en nada de todo esto, que es algo que me preguntan a menudo. La historia, las localizaciones y la documentación es cosa de Fujimoto y los editores al 100%, yo me dedico única y exclusivamente a dibujar.
R.C: Una duda a ese respecto, en las escenas del segundo tomo, cuando se ve a los personajes del equipo Felinos en Barcelona, los diálogos con que salieron en la revista Morning ¿eran en español con sus consabidas cartelas para que el lector japonés entienda qué se estaba diciendo? ¿O simplemente se indicaba que se estaba hablando en otro idioma en esos bocadillos?
J.A: Excepto 4 o 5 frases a lo largo de todo el manga, que sí están escritas en español con la cartela debajo, todo está escrito en japonés. El idioma japonés se escribe en líneas verticales así que la mayoría de bocadillos en el manga japonés suelen ser óvalos alargados verticalmente. Pero cuando hablan personajes extranjeros, para mostrar al lector de aquí que se está hablando en otro idioma, el japonés está escrito en líneas horizontales, como escribimos nosotros en castellano o inglés, y si te fijas, durante todas esas escenas los bocadillos son todos óvalos que se alargan en sentido horizontal.
R.C: Hablábamos antes del guionista de la serie, Shoji Fujimoto, ¿se sigue haciendo raro trabajar con alguien sin tener un contacto más directo como el que se tiene trabajando fuera de la industria en la que estás currando en la actualidad? ¿O simplemente es algo que choca al principio pero luego te acabas acostumbrando (como con casi todo)?
J.A: Pues sinceramente, no se me hace raro en absoluto. Por una parte, durante mis años de entintador no tenía una relación de colaboración con casi nadie, solo con el dibujante con el que sí hablaba del estilo de entintado y cosas así. Pero nada más. Y ahora, dando por hecho que escribir la historia no es mi responsabilidad casi que agradezco no tener que pasar tiempo tratando y intercambiando mensajes con una persona más. Ten en cuenta que ya hablo con mis editores y tengo 3 asistentes, a los que tengo que escribir instrucciones, contestar sus preguntas y demás así que no me sobra el tiempo. Sobre todo al principio, cuando me dieron mis primeras fechas de entrega y vi todo lo que tenía que dibujar y al ritmo que tenía que dibujarlo, el saber que solo me tenía que centrar en eso y nada más, fue un alivio. De hecho, recuerdo que mis editores me dijeron que querían ayudarme en todo lo posible para que solo tuviera que centrarme en dibujar y la verdad es que a día de hoy, lo han cumplido.
R.C: Para que la gente se haga una idea, porque de puertas para afuera es todo muy bonito y muy guay... ¿cómo es un día estándar en tu nueva vida como dibujante de Matagi Gunner?
J.A: A ver, bonito y guay es porque intento no olvidarme que trabajo de lo que quiero y en un mercado donde no solo se respeta muchísimo la profesión sino que además soy uno de los pocos occidentales que han logrado publicar aquí durante un cierto periodo de tiempo. Soy un privilegiado en muchos sentidos y soy consciente de ello. Dicho eso, también digo que es bonito, guay, y un test de resistencia física y mental tremendo. Así es un día típico mío:
- Me levanto a las 7.
- Empiezo a trabajar a las 8.
- De 11 a 12:15 voy al gimnasio y hago algo de ejercicio para que el cuerpo no se me atrofie de tanto estar sentado.
- De 12:15 a 1:30 cocino y como.
- De 1:30 a 2 estudio japonés.
- De 2 a 7 trabajo.
- De 7 a 8 ceno.
- De 8 a 10:30/11 trabajo.
- Voy a la cama sobre las 11, leo manga durante media hora más o menos y normalmente me quedo dormido.
Este horario lo suelo hacer los 7 días de la semana aunque si voy bien de tiempo suelo tomarme el sábado por la tarde libre para salir de la cueva, ir al cine, a cenar fuera o lo que sea. Suelo no tener días libres completos durante semanas y quizás uno o ninguno al mes. En el 2022 estuve 3 meses seguidos sin tener un día libre completo aunque ahora trabajo más rápido y controlo mejor cuanto tardo en dibujar un capítulo así que puedo arañar algo de tiempo libre de vez en cuando. Por otra parte, al ser muy constante con este horario, no tengo que pasarme noches trabajando para llegar a la fecha de entrega y puedo dormir mis 6 o 7 horas con regularidad.
Lo difícil de verdad de este ritmo es el saber que no se acaba. Creo que todos podemos hacer un esfuerzo extra durante un periodo de tiempo para luego tener el descanso pero que ese esfuerzo extra se convierta en lo normal y no ver que hay luz al final del túnel es lo más agotador. Más mental que físicamente, por eso.
R.C: Habiendo corrido carreras de larga distancia, no me puedo imaginar cómo sería saber que nunca puedes parar porque no sabes dónde está la meta. El tema de coordinar el trabajo de los asistentes es algo que me intriga. Entiendo que es más sencillo al haber trabajado primero de asistente, lo cual te hace (en tu caso o en el de cualquiera que haya pasado de asistente a autor) saber qué esperar y qué no de las personas que te ayudan a terminar una página. Háblame de cómo se configuró el equipo de asistentes, entre los que se cuentan David Pinos Barragán, y de las similitudes y diferencias con respecto, por ejemplo, a cuando trabajabas como entintador para DC, por hacer una comparativa en cuestión del trabajo en equipo.
J.A: Siguiendo la comparativa con el atletismo, ¡yo diría que dibujar Matagi Gunner ha sido más como correr los 100 metros lisos durante dos años sin parar!
En cuanto al trabajo con asistentes, estás en lo cierto cuando dices que haber trabajado de asistente para mangakas japoneses me ha ayudado mucho. Me di cuenta que la gran mayoría de mangakas usan un método muy parecido a la hora de distribuir trabajo y dar instrucciones a sus asistentes y yo básicamente uso el mismo.
Efectivamente David Pinos Barragán era uno de los 3 asistentes que tuve cuando empecé Matagi Gunner y se encargaba básicamente de dibujar los fondos del mundo del videojuego. Hizo un trabajo increíble pero hace unos meses que le salió trabajo de dibujante y no me pudo seguir ayudando. Entonces contraté a una asistente japonesa y ahora mi equipo son los dos asistentes japoneses de antes más esta chica.
La cuestión de cómo recluté a los asistentes, sobre todo a los japoneses, es algo muy curioso. A David, como somos amigos, le llamé y se lo pregunté directamente. Para los japoneses, mis editores de Morning me presentaron a una especie de gurú o experto en ayudar a autores que hacen su primera serie. Me ayudó con varios cuestiones técnicas, pero lo más importante que hizo fue reclutar mis dos asistentes japoneses. Puso un anuncio en una web especializada, vio las muestras que le enviaron los candidatos, hizo una criba y me envió los que él creía que eran buenos candidatos. Me gustaron las muestras que enviaron así que él les llamó por teléfono y les hizo una entrevista. Acabé contratando a los dos. Pero no acabó ahí la cosa, durante los primeros días de trabajo, pidió compartir pantalla de PC con los asistentes para verles trabajar y les dio consejos de cómo podían trabajar más rápido y ser más eficientes al trabajar en Clip Studio Paint. También les hizo varias sesiones de formación enseñándoles varias funciones de Clip Studio Paint que los asistentes desconocían. Al ver como funcionó esto me di cuenta por primera vez de porqué las editoriales japonesas dominan el cómic a nivel mundial. Realmente lo tienen todo pensado al detalle para maximizar el tiempo y trabajo de todos, desde los editores hasta los asistentes de los mangaka.
En cuanto al sistema de trabajo, es muy simple, en realidad. Distribuyo el trabajo y escribo en la misma página quién tiene que dibujar cada viñeta. Luego escribo un archivo de Word aparte con instrucciones básicas explicando qué deben dibujar en cada viñeta. Son instrucciones muy rápidas salvo que haya algún detalle que deba aparecer en la viñeta porque es importante para la historia. Si no, les doy bastante manga ancha para que dibujen los detalles que les apetezca siempre que tenga sentido dentro del contexto de la historia y siga el boceto de fondo que les he dibujado.
Clip Studio Paint tiene una funcionalidad maravillosa llamada Teamwork que es básicamente una nube donde subo mis archivos de cada página del capítulo en cuestión y a la que doy acceso a los asistentes. Ellos abren las páginas, dibujan su parte y la suben a la nube, actualizando los mismo archivos que yo subí. Es perfecto porque no tenemos que intercambiar archivos o copiar y pegar archivos capas o fondos, que son tareas que pueden llevar bastante tiempo. Es casi como si todos trabajáramos en una misma página en papel, donde cada uno dibuja su parte, pero digitalmente.
Portadas de los 6 primeros volúmenes en su edición original. |
R.C: ¡Qué bueno! Es como trabajar al mismo tiempo en un documento dentro de Google Drive. Oye, hace no mucho subiste un tuit (me niego a llamarlo post) anunciando que los 6 primeros tankōbon de Matagi Gunner iban a tener una nueva tirada. Eso quiere decir que la cosa funciona, y si la cosa funciona a nivel de ventas quiere decir que tenemos Matagi Gunner para rato, ¿correcto?
J.A: Sí, mis editores me dicen que la serie vende bien y que sale muy bien parada en las encuestas de la revista así que de momento seguimos adelante. A día de hoy no hay fecha de cuando acabamos y espero seguir así durante un tiempo. Ahora mismo estoy dibujando el volumen 8 y como mínimo me gustaría llegar al 10, que es un número redondo pero es muy posible que sigamos más allá si todo sigue igual. Lo curioso es que me da la impresión que últimamente la serie está cogiendo algo de carrerilla y está ganando en popularidad en Japón porque a finales del 2023 apareció en un programa de televisión muy conocido en el que celebrities recomiendan sus manga favoritos. Un comediante muy famoso aquí habló de Matagi Gunner y del hecho de que yo soy español y eso le dio un empujón muy grande a la serie durante varias semanas. En gran parte gracias a ese programa de televisión, Kodansha tuvo que reimprimir los 6 primeros volúmenes, ahora queda saber cuántos de esos lectores que se acercaron a la serie gracias a la televisión, se quedan y continúan leyendo en el futuro.
R.C: ¡Vivan los comediantes! Otra pregunta para los que lean esto y no controlen mucho del tema... un tankōbon es un tomo recopilatorio de las historias que se van publicando por entregas en la Morning, ¿cuántas historias contiene un tankōbon? ¿Cómo decide la editorial Kōdansha qué historias pasan a tener su tankōbon y cuáles no? ¿Tiene las mismas historias el tomo 1 en Japón que la edición homónima que lanzó el año pasado Norma?
J.A: Efectivamente, un tankōbon es el tomo recopilatorio donde se recopila la serie un tiempo después de que se publique en la revista semanal Morning. Los tankobon suelen tener unas 200 páginas más o menos y en el caso de Matagi Gunner suelen entrar 9 capítulos, aunque el primero tuvo 7 porque el primer capítulo tenía más de 40 páginas en lugar de las 20 habituales. Se recopilan todos los capítulos de manera correlativa. Es decir, el tankōbon 1 incluye capítulos 1 a 7, el tankōbon 2 incluye capítulos 8 a 16, etc. y sí, la edición española de Norma es básicamente la misma que la japonesa en cuanto a número de capítulos, portadas y diseño. El hecho de que se publiquen todos los capítulos es lo habitual, por cierto. Los manga suelen tener historias muy largas que se desarrollan capítulo a capítulo así que no tendría sentido eliminar capítulos y que la historia se quede incompleta en el tankōbon. Y es que hay gente que lee la revista y no los tankōbon, los hay que leen el tankobon y no la revista y los hay que leen la revista y coleccionan los tankōbons de sus series favoritas, aunque me parece que estos no son la mayoría. Y luego está la gente que compra la revista o los capítulos por separado o los tankōbons en formato digital. La idea es maximizar el beneficio del trabajo que hacemos y ponerlo en la mayor cantidad de formatos posible, (papel, digital, revista, tankōbon, etc.) para que llegue a la mayor gente posible y todos salgamos ganando, la editorial, los autores y el lector, que tiene varias opciones y puede elegir cómo leer sus manga favoritos.
R.C: Desconozco si hay cantos de sirena al respecto, pero, ¿ves factible que acabemos viendo un anime de Matagi Gunner con el tiempo? Suponiendo que lo hubiera, ¿es algo que está contemplado en el acuerdo con los editores de cara a tus emolumentos?
J.A: La posibilidad siempre está ahí, claro que sí, una gran parte del entretenimiento audiovisual que se genera en Japón (animación, series, cine, etc.) está basado en el manga. Continuamente se anuncian nuevas adaptaciones incluso de series que no han sido un éxito de ventas pero que por algún motivo alguien le ve potencial de ser una anime, serie o película de éxito. Dicho eso, también digo que aquí se publican miles de series de manga y un porcentaje muy pequeño se adaptan a otros medios así que no es algo que espere, por muy posible que sea.
Matagi Gunner tiene la parte del videojuego que podría adaptarse muy bien al anime y quizás juntar los públicos que leen manga y ven anime con los gamers así que quién sabe, quizás se están teniendo conversaciones al respecto en Kodansha porque le ven viabilidad comercial y yo aún no sé nada. Pero vamos, que como te digo me parece muy difícil ahora mismo porque Matagi Gunner es una serie más entre muchas en el mercado.
En cuanto a los contratos, yo firmo un contrato para todo. Firmo un contrato para cada tankōbon, firmé un contrato para la explotación digital de la serie, otro para las licencias internacionales como la de Norma y supongo que si hubiera alguna adaptación al anime se hablaría de las condiciones y se firmaría un contrato aparte. Al menos es lo que hemos hecho hasta ahora.
R.C: Eres un rara avis haciendo el trabajo que haces y desde dónde lo haces, ¿piensas que eso pudo ser un serio hándicap al principio pero que ahora tiene algo de valor añadido?
J.A: Yo creo que ha sido un arma de doble filo desde el principio. Durante el año que estuve enviando muestras a editoriales japonesas antes de Matagi Gunner hubo 6 editores de 6 revistas distintas que directamente me pidieron hablar para explorar la posibilidad de trabajar para ellos. De esos 6, tres cancelaron la entrevista cuando se enteraron que yo no hablo japonés y los otros 3, a pesar de la barrera del idioma, intentaron encontrar la mejor manera de comunicarse conmigo precisamente porque les llamaba la atención que no soy japonés. Así que depende de la persona, del editor. Algunos hablaban algo de inglés o se conformaban con trabajar sólo por e-mail, algo muy poco habitual aquí a cambio de explorar la posibilidad de trabajar con un extranjero. Otros veían imposible el poder trabajar juntos si yo no hablaba japonés, lo que tiene mucho sentido para mi ahora que sé como es el proceso de creación del manga. De hecho lo que me sorprende es que hubiera editores que estuvieran dispuestos a cambiar su sistema de trabajo para trabajar conmigo.
Ahora que ya he demostrado que puedo dibujar manga en una editorial japonesa y Matagi Gunner empieza a conocerse un poco, creo que el ser diferente es más una ventaja que un inconveniente. De hecho ya he tenido dos ofertas de trabajo de otras editoriales que se pusieron en contacto conmigo al ver mi trabajo en Matagi Gunner y descubrir que no soy japonés. Les llamó la atención. Obviamente no pude aceptar ninguna de las dos porque no tengo tiempo.
R.C: Hemos empezado la charla hablando sobre lo que le dirías al yo del futuro cuando empezabas a currar para DC. Vamos a acabar con otra pregunta ficción. Imagina que viene el Juan del futuro y aparte de querer asesinar a John Connor, te dice que Matagi Gunner ha llegado a su fin dentro de muchos años, pero cuando le vas a preguntar qué te depara la vida después, se pira de nuevo al futuro. ¿Te has llegado a imaginar ese momento durante estos años dibujando las historias de Yamano? ¿Tienes claro que este es un tren del que no te quieres bajar aunque eso llegue a suceder algún día?
J.A: Me suelen hacer esta pregunta a menudo pero no tengo una respuesta clara. Espero que Matagi Gunner dure lo que tenga que durar, siempre que contemos historias que tengan sentido y no alarguemos la historia solo porque vende. Ahora mismo, aún en el tankōbon 8, seguimos contando el mismo arco que empezó en el capítulo 1 así que todo tiene sentido. Cuando acabe este arco, si contamos más porque Fujimoto sigue teniendo buenas ideas, los lectores siguen interesados y Morning nos apoya, yo las seguiré dibujando, por supuesto. Aunque creo que Matagi Gunner no es de las historias que pueden durar 20 años y convertirse en un One Piece o algo parecido, solo por el hecho de tener un protagonista que es un hombre mayor y no tiene sentido alargar tanto la historia. Pero no tengo ni idea de cómo o cuándo acabará Matagi Gunner, la verdad.
Lo que sí te puedo decir es que ya que he llegado hasta aquí y estoy dibujando una serie de manga en Japón, en algún momento me gustaría dar el siguiente paso e intentar escribir y dibujar mi propia serie. No sé será posible por la barrera del lenguaje, no sé si yo estaría a la altura como guionista ni si podría seguir el ritmo de producción que llevamos en Matagi Gunner, por ejemplo, pero creo que me gustaría intentarlo, como mínimo. Lo que sí que tengo claro es que si preguntara a mi yo del futuro, me gustaría que me dijera que conseguí hacer carrera como mangaka en Japón durante muchos años.
R.C: Te preguntaría por futuros proyectos como suelo hacer en todas las entrevistas, pero me da que el presente y el futuro tienen el nombre de Matagi Gunner, así que esa me la ahorro, pero lo que sí quiero que me cuentes es si hay algún evento en el que te vayan a ver haciendo relaciones públicas, firmando, hablando de tu trabajo o lo que sea, allí en Japón o aquí en España.
J.A: Como bien dices mi futuro a corto-medio plazo es Matagi Gunner y mientras la serie siga, no me queda mucho tiempo para otros proyectos grandes. A veces echo de menos dibujar algo por libre, sin intervención editorial ni fechas de entrega ni presión y si algún día tengo hueco quizás haga algo, pero dudo que me quede mucha energía y tiempo mientras siga a este ritmo.
A largo plazo, como te dije antes, quiero continuar trabajando en el mercado japonés, en la revista Morning si fuera posible, y escribiendo y dibujando mi propia serie, si me dejan. Más que proyectos futuros, digamos que esa es mi carta a los Reyes Magos.
En cuanto a eventos, firmas y demás saraos publicitarios, aquí no se estila tanto eso, los mangaka no tienen tiempo de pasarse un día de firmas cuando tienen que entregar capítulo cada 7 días. Mis editores me dijeron que antes del COVID a veces se hacían eventos de este tipo de vez en cuando pero ahora nada de nada. En España, pues me gustaría poder pasarme por el Manga Barcelona tarde o temprano. No sé si este año será posible, son muchas las piezas que hay que encajar para que pase, pero lo intentaré. Y fuera de España, como Matagi Gunner no se ha publicado en otros países aún, pues todavía no tengo ninguna invitación para eventos. De todos modos ya te digo que al ritmo que vamos, no me quedan mucho tiempo y energía para viajar.
Lo que sí estoy haciendo son unas cuantas entrevistas para medios españoles, algunas ya han salido y otras, como esta, saldrán pronto. Lo iré colgando todo en mis redes sociales para que nadie se pierda nada.
R.C: Esta semana coincidiendo con el Día del Cómic en España la publico... pues hemos llegado al final, si quieres añadir algo este es el momento, pero que sepas que siempre es un placer hablar contigo de cualquier cosa, que se echa de menos hacer el podcast y que esta es tu casa para cuando quieras seguir comentando tu trabajo.
J.A: El placer es mutuo, cuando quieras frikear sobre lo que sea, aquí me tienes. En cuanto al podcast, he pensado muchas veces en resucitarlo porque me lo pasaba muy bien, pero luego me acuerdo que tengo que acabar 20 páginas para el lunes y se me pasa (risas). Por mi parte, nada más, a ti gracias por charlar conmigo sobre mi trabajo y a quien lea esta entrevista, que le eche un ojo a Matagi Gunner, que es un manga algo distinto a muchos de los que se publican en España.
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