Pues sí. Buenas noticias (que hacen falta) las que me dio ayer el amigo Ulises. Barbagallo entra en la fase de color, que será cosa de Anna D. Boada, y una vez que termine esta, solo quedará la edición a cargo de Martin Cabo. Entonces llegará el momento de tenerlo entre las manos y disfrutar de, espero, unas buenas risas a costa de este personaje al que le he tomado ya un cariño especial.
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