25 enero 2016

ADIÓS EL ARCA, ADIÓS


Malas noticias. Ayer al mediodía me encontré con que El Arca de las historietas dice adiós después de una trayectoria de más de cinco años, en las que ha dejado como legado ocho números y un montón de buenas historias. Así lo hacía saber el padre de la criatura, David Braña, que fue quién impulsó este proyecto desde el comienzo y ha sido el encargado de anunciar su defunción, al menos momentanea. En esos ochos números, David consiguió convencer a gente como Agustín Padilla, Álex Cal, Víctor Santos, Vanessa Durán, David Daza, Jaime Martínez, Abel Cicero o José Fonollosa, para que pusieran su granito de arena encargándose de las portadas. También tuvo el buen tino de juntar autores noveles con otros que ya tenían algo de experiencia en otras publicaciones. Algunos hemos seguido publicando con cierta asiduidad, buscando un hueco en el difícil mundillo del cómic. Seguro que el hecho de formar parte del plantel de El Arca ayudó de alguna manera a que eso fuera posible.

Las ventas siempre son el caballo de batalla de cualquier publicación que no cuente con el respaldo de una editorial potente (y a veces ni eso sirve). Puede que esa haya sido la causa final de esta triste despedida, o puede que haya sido efecto de una causa que coincidió con la segunda etapa de la revista. Sin conocer todos los entresijos es complicado y gratuito lanzarse a la busqueda de un culpable, si es que lo hubiera. Eso solo lo saben los que han estado arrimando el hombro desde el comienzo para que cada número fuera mejor que el anterior. Pero es una lástima tener un buen producto en tu catálogo y no dedicarle un tiempo mínimo para procurar que se venda lo mejor posible. Que tuviera que ser el propio David, junto con sus habituales, el que siguiera haciendo tareas que correspondían al sello encargado de editar la revista, era algo que no terminé nunca de entender. Por desgracia, no es un mal que pueda aislarse en este caso concreto que nos ocupa.

En lo personal dejo cinco historias en sendos números: Esos locos bajitos, con Raquel Barros en El Arca #1 (primera etapa), B-Movie!, con Juan Albarran dentro de El Arca #2 (primera etapa), Una mala racha, con Sergio Martín para El Arca #4 (primera etapa), Camino al Infierno, con Roberto Corral y Javier Díaz en El Arca #1 (segunda etapa), y 16 Cuerdas, nuevamente con Juan Albarran para El Arca #3 (segunda etapa). A todas ellas les guardo mucho cariño, porque además son pequeños hitos que han ido marcando mi evolución como guionista en este último lustro. Como colofón, lo mejor es recomendaros la compra de algún ejemplar si no habéis leído ninguno aún. El hecho de que no vaya a tener una continuación, no significa que no podáis conseguir algunos de los números anteriores en la web.

22 enero 2016

LA CESTA DEL MES #12


Primera entrada del año para La cesta del mes. Con enero hay que tener cuidado, así que he intentado hacer una selección mirando el bolsillo más que otros meses. Pero eso no implica que la calidad de las elecciones haya bajado ni un ápice, y si no comprobarlo vosotros mismos:

100% Marvel. SpiderWoman 2. Los últimos días, de Dennis Hopeless y Javier Rodríguez. Rústica con solapas. Color. 136 páginas. 12,5 €. Deseando estaba echarle el guante a los números que ha dibujado Javier Rodríguez en la colección de Jessica Drew. No suelo tirar por tierra a unos para alabar a otros, pero es que tras la etapa de Greg Land es como llegar a un oasis después de una larga travesía por el Gobi. Javier se echa además la labor de colorista a la espalda, apoyado en algunos números por la gran Muntsa Vicente y entintado de Álvaro López. El último número además viene dibujado por la no menos excelsa Natacha Bustos, así que este tomo se convierte en un imprescindible para los que sepan lo que compran. 

100% Marvel. Caballero Luna 3, de Cullen Bunn y Ron Ackins. Rústica con solapas. Color. 112 páginas. 11 €. Ya habían pasado unos cuantos meses desde que salió el segundo tomo de esta nueva etapa de Caballero Luna. No puedo dejar de recomendaros su compra al igual que hice entonces, y al igual que hice con el primer tomo, cuya reseña sigue disponible clicando aquí. Tras las etapas de Ellis-Shalvey y Wood-Smallwood, esta vez se encargan Cullen Bunn al guión (me enganchó con El maldito hace años) y el hasta ahora desconocido para mí Ron Ackins, que me ha convencido completamente.

Batman presenta: Academia Gotham. Bienvenidos a la academia, de Becky Cloonan, Brenden Fletcher y Karl Kerschl. Rústica. Color. 160 páginas. 14,95 €. Una colección en la línea de la de Batgirl que recomendé en el mes de septiembre por aquí. Protagonizada por Olive Silverlock, una joven estudiante que parece decidida a averiguar los secretos que esconde la academía donde estudia junto a sus compañeros. Un tomo que se puede disfrutar en compañía de los más jóvenes de la casa, lo cual ya de por sí hace que entre en las elecciones del mes.

Lovecraft. Un homenaje en 15 historietas (2ª edición), de Varios Autores. Rústica con solapas. Color y B/N. 112 páginas. 11,95 €. Para una revista como la Cthulhu, llevar sobreviviendo a lo largo de tantos números ya es una muestra de la calidad que atesoran sus páginas. Pero que haya una segunda edición de uno de los especiales es ya más que noticiable. Así sucede este mes con el temático dedicado al Solitario de Providence, donde se vieron implicados autores como El Torres, David Braña, Vicente Navarro, Elchinodelpelocrespo, Luis NCT o el mítico Adolfo Usero entre otros.

Total - 50,4 € que es el precio más ajustado que he hecho desde que empezó a andar esta sección de carácter mensual, allá por febrero del año pasado.  

Alternativas


Perramus. Integral, de Juan Sasturain y Alberto Breccia. Rústica. B/N. 496 páginas. 45 €. Una obra quintaesencial firmada por el periodista Juan Sasturain y el enorme Alberto Breccia. Una historia acerca de las consecuencias de una dictadura que recibió alabanzas y premios de diversa índole. Perramus es aquel desmemoriado que nos guía desde el final de una dictadura feroz, hacia una democracia que no es tal... ¿os suena de algo? Pues esta historia la firmaron sus autores en 1985.

19 enero 2016

SORTEO DE SICARIOS #1 EN WHAKOOM


Desde ayer mismo y hasta el próximo jueves 21, podéis optar a dos ejemplares de Sicarios que están sorteando en la web de Whakoom. ¿Que no sabéis qué es Whakoom? Pues es una red social en la que los aficionados pueden tener ordenada su colección, saber qué cómics tienen, cuáles quieren conseguir, e incluso comprarlos directamente. Muy recomendable, en serio. Clicando en este enlace se llega a la ficha del Sicarios #1: Olmito en Whakoom, y para participar solo hay que clicar en el botón que pone "Lo quiero", tal como se puede ver en la imagen de arriba. Los dos ganadores serán anunciados este mismo viernes y se llevarán un ejemplar dedicado por Ertito Montana y un ejemplar dedicado por mí, que nos encargaremos personalmente de mandar a sus domicilios. ¡Rápido que se acaba el plazo!

12 enero 2016

LLEGA... TIGRE CALLEJERO


El universo Zona 00 Cómics se expande. Sicarios ya no es la única serie en curso que se puede leer a través de nuestro sello. A partir de ayer le acompaña Tigre Callejero, un cómic con el inconfundible aroma Ertito Montana. Mi socio se ha marcado un homenaje al cine exploitation de los 80, con una historia de venganza familiar, en la que su protagonista va ataviado con un casco de motorista que de momento no se quita ni para mirar a los ojos de sus víctimas. Al igual que Sicarios, Tigre Callejero #1: Baile de máscaras se puede adquirir en formato digital por 2 € en la web de Zona 00, clicando en este enlace para poneros las cosas más sencillas si cabe. Son 29 páginas en B/N que seguro que vais a disfrutar como enanos.

09 enero 2016

LOBEZNO: HONOR


Primera entrada de 2016 que al caer en día 9 no puede querer decir otra cosa que toca reseña. En este caso la elección, siempre algo complicado por la cantidad de material que me pasa por la cabeza, ha recaído en Lobezno: Honor, de Chris Claremont y Frank Miller. Estamos ante la primera aventura de Lobezno en solitario. Ha llovido ya bastante, pero allá por noviembre del 82 empezaba el camino hasta la cima de este personaje, que ha acabado por ser casi uno de los emblemas de la Marvel de los últimos treinta años. Y lo hacía de la mano de dos autores en diferentes momentos de su carrera. Claremont ya era un guionista consolidado entonces. Su nombre iba irremediablemente unido a todas las colecciones que tuvieran mutantes en su interior. Para hacernos a la idea, ya se había cascado algunas historias como La Saga de la Fenix Oscura, Días del futuro pasado o Dios Ama, el Hombre Mata. Por su parte, Miller estaba empezando a hacerse un nombre, pese a que ya llevaba unos cuantos números de Daredevil a sus espaldas, primero con guiones de Roger McKenzie o David Michelinie, y luego escribiendo sus propios argumentos. El propio Claremont cuenta en uno de los prólogos cómo se gestó esta miniserie de cuatro números que luego se ha ido reeditando en diferentes formatos.

La labor del guionista londinense no pilla de sorpresa a nadie que haya conocido y leído parte de su extensa obra. Tira de los habituales recursos que sus seguidores siempre han aplaudido, los mismos que sus detractores han usado para denostarle: texto para dar y regalar o el excesivo uso de la figura de un narrador (aunque en este caso opte por la primera persona en vez de la tercera). A eso hay que sumarle los mecánismos típicos heredados de tiempos anteriores, como esas entradillas a modo recordatorio de lo que ha sucedido en el número anterior. Eso, que puede pillar de sorpresa al que no haya abordado nunca una de sus creaciones, no desmerece en absoluto el argumento que construye y la inteligencia que demuestra al saber que su compañero de trabajo es un pura sangre al que no se puede domar. Es conocedor del potencial que tiene Miller y da la impresión que se limita a describir lo que aparece en cada página, dejando que éste decida la narrativa de las páginas.

El Frank Miller que encontramos en esta obra no es el mismo que el que pudieran encontrar los lectores que lo hayan seguido únicamente tras su Dark Knight Returns. Pero se vislumbra todo lo que posteriormente ha ido dejando el autor de Maryland, con diseños de página nada convencionales para aquella época. Encontramos un uso abundante de las viñetas verticales, como venía ya haciendo en la regular de Daredevil. Igualmente, no abarca toda la página llenándola de viñetas, sino que deja espacios en blanco aquí y allá con bastante sentido. Nada queda al azar. Las escenas de lucha son gloria bendita, abandonando la verticalidad por planos completamente horizontales, donde se nota la influencia del cine en su forma de contar las historias. Dentro del apartado gráfico, no hay que dejar de lado el trabajo de Joe Rubinstein en el entintado y de Glynis Oliver al color.

La edición que yo tengo, que es la misma que aparece en la imagen de arriba, es la que sacó Forum en el 99, recopilando la miniserie de cuatro números en un cuaderno con solapas en rústica. De la misma manera que la manera de narrar de Claremont era deudora de una época concreta, la edición tiene el estilo que por entonces se marcaba. La rotulación seguro que chirría a algunos. A otros quizá no tanto. Alguna errata por aquí y por allá, pero nada grave que desmerezca el tenerlo en la librería como una pieza de la que tirar cada cierto tiempo. Para los más exquisitos, creo que Panini la volvió a reeditar en cartoné hace ocho años. De la que yo poseo, me gustaría concluir esta reseña con el epílogo con que Miller adorna la contraportada. Unos párrafos que podrían estar en cualquier publicación que salga hoy día y que han perdido poca vigencia desde 1987.