Malas noticias. Ayer al mediodía me encontré con que El Arca de las historietas dice adiós después de una trayectoria de más de cinco años, en las que ha dejado como legado ocho números y un montón de buenas historias. Así lo hacía saber el padre de la criatura, David Braña, que fue quién impulsó este proyecto desde el comienzo y ha sido el encargado de anunciar su defunción, al menos momentanea. En esos ochos números, David consiguió convencer a gente como Agustín Padilla, Álex Cal, Víctor Santos, Vanessa Durán, David Daza, Jaime Martínez, Abel Cicero o José Fonollosa, para que pusieran su granito de arena encargándose de las portadas. También tuvo el buen tino de juntar autores noveles con otros que ya tenían algo de experiencia en otras publicaciones. Algunos hemos seguido publicando con cierta asiduidad, buscando un hueco en el difícil mundillo del cómic. Seguro que el hecho de formar parte del plantel de El Arca ayudó de alguna manera a que eso fuera posible.
Las ventas siempre son el caballo de batalla de cualquier publicación que no cuente con el respaldo de una editorial potente (y a veces ni eso sirve). Puede que esa haya sido la causa final de esta triste despedida, o puede que haya sido efecto de una causa que coincidió con la segunda etapa de la revista. Sin conocer todos los entresijos es complicado y gratuito lanzarse a la busqueda de un culpable, si es que lo hubiera. Eso solo lo saben los que han estado arrimando el hombro desde el comienzo para que cada número fuera mejor que el anterior. Pero es una lástima tener un buen producto en tu catálogo y no dedicarle un tiempo mínimo para procurar que se venda lo mejor posible. Que tuviera que ser el propio David, junto con sus habituales, el que siguiera haciendo tareas que correspondían al sello encargado de editar la revista, era algo que no terminé nunca de entender. Por desgracia, no es un mal que pueda aislarse en este caso concreto que nos ocupa.
En lo personal dejo cinco historias en sendos números: Esos locos bajitos, con Raquel Barros en El Arca #1 (primera etapa), B-Movie!, con Juan Albarran dentro de El Arca #2 (primera etapa), Una mala racha, con Sergio Martín para El Arca #4 (primera etapa), Camino al Infierno, con Roberto Corral y Javier Díaz en El Arca #1 (segunda etapa), y 16 Cuerdas, nuevamente con Juan Albarran para El Arca #3 (segunda etapa). A todas ellas les guardo mucho cariño, porque además son pequeños hitos que han ido marcando mi evolución como guionista en este último lustro. Como colofón, lo mejor es recomendaros la compra de algún ejemplar si no habéis leído ninguno aún. El hecho de que no vaya a tener una continuación, no significa que no podáis conseguir algunos de los números anteriores en la web.
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