09 mayo 2016

ROM: CABALLERO DEL ESPACIO


Noventa días son demasiados para no dar señales de vida con las reseñas que había publicado regularmente los 9 de cada mes. Para redimirme, he pensado que en vez de hablar de una obra en concreto, me lanzaré en esta ocasión y sin que sirva de precedente, a recomendar uno de esos personajes secundarios (por no decir arrinconados) que a muchos nos encantaba entonces y lo sigue haciendo. Se trata de ROM. Seguro que esos a los que me refería antes, ya conocéis el origen de cómo empezaron a publicarse sus aventuras dentro de las páginas de ROM: Spaceknight. Para los que todo esto les suene a chino, lo explico sin rodeos. Inicialmente se trataba de una maniobra de marketing, para apoyar las ventas de un robot de juguete que lanzó en el año 79 la famosa marca Parker Brothers, la del Monopoly, el Cluedo, el Trivial, etc. Marvel se asocia con ellos y le encargan a Bill Mantlo los guiones de la serie. Pero no había con qué trabajar, porque ROM solo era un monigote electrónico con una pistola y un detector de malas intenciones. Mantlo ya había demostrado de sobra su profesionalidad en colecciones como The Incredible Hulk o Peter Parker: The Spectacular Spider-Man. Además, meses antes se había encargado de poner en marcha The Micronauts (otra licencia juguetera) con Michael Golden. Era el hombre perfecto y así lo demostró. Se sacó de la chistera una historia de defensa planetaria y venganza a través del tiempo y el espacio.


La premisa era que una raza de hechiceros metamórficos conocidos como Dire Wraiths (aquí traducidos como los Fantasmas), había intentado invadir su planeta natal, Galador, pero él y un puñado de valientes se prestaron voluntarios para convertirse en cíborgs de combate. De esta manera consiguen rechazar la invasión, pero no acabaron con todos sus enemigos. ROM comienza la persecución de todos ellos bajo la promesa de no recuperar su preciada humanidad hasta lograrlo. Y así, doscientos años más tarde acaba llegando a la Tierra en esta primera página que os dejo arriba. Ahí se puede ver que el nombre que acompaña a Mantlo en tareas gráficas es Sal Buscema. Otro pedazo de profesional que tuvo la mala fortuna de crecer laboralmente a la sombra de un titán como John Buscema. Pese a todo, él ya había demostrado su valía en cabeceras punteras como Captain America, Avengers, Defenders, Conan the Barbarian, además de coincidir con Mantlo en algunos números de The Incredible Hulk. Ambos consiguieron que la serie tuviera un nivel muy alto habida cuenta del origen que había tenido todo. ROM llega a la Tierra (los USA como no podía ser de otra forma) como un elefante en una cacharrería. Sus enemigos han adoptado la forma de seres humanos y solo mediante el Analizador que lleva puede descubrirlos. Pero cuando lo hace le da igual disparar con el Neutralizador en medio de la calle, mandando a los fantasmas al limbo (una manera inteligente de matarlos sorteando el veto del Comics Code). A los ojos de los ciudadanos que ven lo que está pasando, ROM se convierte en amenaza en vez de en protector.


Así da comienzo una bonita andadura que duraría 75 números, guionizada por Mantlo en todo momento, con cuatro anuales incluidos a sus espaldas. Buscema dibujó los primeros 55 números de forma ininterrumpida, más luego los números #57, #58 y el Annual #2. Mark Bright se curró el número #56 y tras la definitiva marcha de Our Pal Sal llegó a la colección Steve Ditko... casi nadie al aparato vamos. Él se encargaría de llegar hasta el ROM #75, titulado The End!, como no podría ser de otra forma. A todos estos mimbres, hay que sumar las portadas que fueron dejando a lo largo de los años monstruos de la talla de Michael Golden, Frank Miller, Mike Zeck, Bill Sienkiewicz, David Mazzucchelli, P. Craig Russell, Jim Starlin, o John Byrne. Un recorrido tan largo hizo que en ocasiones, nuestro plateado protagonista compartiera páginas con otros personajes de Marvel Comics. Entre ellos, me quedo sin lugar a dudas con su mano a mano junto a Shang-Chi (la imagen de arriba corresponde al ROM #39) para derrotar a una momia en un museo londinense. De cerca le sigue el ROM #23 donde se ha de enfrentar a Puño de Hierro y Luke Cage tras ser estos contratados por un proxeneta.


Aquí nos llegó la colección original en tres tandas con sendas editoriales: primero en los conocidos cuadernos de Ediciones Vértice, que sacó cuatro tomos de dos números cada uno (ROM #1 a #8) en los años 81 y 82; en 1983 sería Ediciones Surco quién retomaría la publicación del ROM #9 al #22, ya con el sobrenombre de Caballero del espacio y distribuyendo el material original en ocho tomos; el resto, salvo uno de los últimos números que coincidía con las Secret Wars II, fue saliendo como complemento en la serie regular de los Transformers de la mano de Ediciones Forum


Tras un largo peregrinaje desértico, por fin, otra editorial se ha animado a retomar las aventuras de ROM en los USA. IDW Publishing se hizo el año pasado con los derechos de publicación (curiosamente junto con Micronautas). Eso sí, se tendrá que abstener de utilizar el término Spaceknight, que pertenece a Marvel. Así que como subtítulo han optado por separarlo en dos y usar The Space Knight. Justamente este pasado sábado lanzó un avance en el Free Comic Book Day de lo que será una nueva colección, con guiones de Christos Gage y el editor-jefe de IDW, Chris Ryall, más el dibujo de David Messina (a quién tuve la suerte de conocer en el Salón de Granada hace tres de años). El primer número llegará en el mes de julio, pero habrá que ver si alguna editorial española se anima (que lo mismo ya hay acuerdo) para traerlo por aquí. Si lo hacen me van a encontrar como comprador.

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