13 abril 2015

DC: THE NEW FRONTIER


El pasado jueves 9 se me pasó postear la, ya habitual desde comienzos de año, reseña mensual. Pero es que estaba inmerso con la preparación de la charla en la FNAC que os comenté hace pocos días. Así que, con este pequeño retraso aquí os dejo con mi recomendación de abril sobre DC: The New Frontier. Ya con unos cuantos títulos hechos dentro de la DC, Darwyn Cooke se lía la manta a la cabeza en 2003 para realizar una miniserie de seis números que cuente el final de la Golden Age y el comienzo de la Silver Age. Para ello hace uso de una pléyade de personajes por todos conocidos en la mayor parte de casos, pero con algunos intervenientes menos habituales. Sin entrar en un exceso de detalles como quiero hacer en este tipo de reseñas, sí que puedo decir que es como si nos pusiéramos unas gafas que nos llevarán al pasado, porque no se trata solo de contar la agitada transición llevada por algunos iconos de la DC como Batman, Superman o Wonder Woman, o los comienzos de Barry Allen como Flash, de Hal Jordan (uno de los grandes protagonistas aquí) antes de convertirse en Green Lantern, de la llegada a la Tierra de J'onn J'onzz... se trata de la manera que tiene Cooke de trasladar lo que nos cuenta. Eso es lo que yo pienso que le confiere a los seis números de un aroma distinto con respecto de otras posibles aproximaciones a estas etapas de la historia de DC.

Cooke escribe y dibuja, pero no se centra única y exclusivamente en los personajes más populares, capaces por sí solos de venderte una historia si no somos excesivamente rigurosos con nuestras compras, o somos víctimas del continuismo al coleccionar tebeos. Por allí desfilan personajes como Investigadores de lo Desconocido, el Escuadrón Suicida original (con Rick Flagg padre), Ted Grant, Steel, Ray Palmer, Adam Strange, Aquaman, Flecha Verde, Lois Lane, Jimmy Olsen, King Faraday o Slam Bradley, además de alguna especie de cameo por parte de otros como Jim Gordon, Harvey Bullock, Selina Kyle, Dinah Lance... No quiero confundiros en cuanto a lo que se cuenta. No estamos ante una historia que se sustente solamente en una suma de nostalgia y recopilación masiva de los personajes. Hay algo más. Hay su buena dosis de crítica al pensamiento americano de después de la Segunda Guerra Mundial, una transición que camina de forma paralela a la que hago referencia un poco más arriba, de una época más opaca a otra que lo fue menos dentro del Gobierno de los Estados Unidos, así como una oscura trama que comienza con una investigación (como no) de Bruce Wayne y que servirá de motor principal para el desarrollo de la segunda parte de la historia.

Si a eso le sumamos el color de Dave Stewart, fundamental para que las sensaciones de las que hablo en el primer párrafo lleguen al lector con tanta potencia, el resultado es uno de los cómics que no sé si deberían estar o no presentes en cualquier colección que se precie, pero sí que al menos deberían ser leídas por todo buen aficionado, para poder valorar si mis palabras son producto de cierta predisposición a que me guste lo que hace Cooke, o si de verdad estamos ante un must buy como dicen los anglosajones. No en vano acumula unos cuantos premios Eisner, tanto en su edición original como Mejor Serie Limitada, Mejor Color y Mejor Diseño de Publicación, como en la edición Absolute que salió en 2007, que cosechó el preciado galardón a Mejor Reedición. Aquí en España nos llegó en 2005 editado por Planeta DeAgostini, en dos tomos que recopilaban los números #1 a #3 y #4 a #6 originales. Esos son los que yo tengo, aunque bien es cierto que los conseguí a un buen precio esperando algún tiempo. En mayo volvemos con otra reseña, donde esta vez sí que espero cumplir con nuestra cita el día 9.

2 comentarios:

Ricardo dijo...

Otra Gran Obra, sí, señor. Con sabor clásico. Pura Silver Age. Creo que entre la pléyade de personajes que mencionas te han faltado los Losers, el cuarteto de soldados de infame suerte en su última misión que abre la historia.
Salud!

Roberto Corroto dijo...

Cierto, Ric.
De hecho, hasta bien avanzada la obra, parece incluso que la historia de Los Perdedores es una especie de prólogo inconexo con el resto de trama... pero no.
Gracias por comentar, como siempre.
¡Un abrazo!