Porque no solo de Sicarios vive el guionista, este mes de marzo ha coincidido como fecha de finalización de tres proyectos en los que he estado inmerso a largo y medio plazo. A saber:
- Una historia para el especial de la Revista Cthulhu acompañado del talentoso Rafa Vargas, que se ha marcado uno de sus mejores trabajos en el número dedicado a Arthur Machen, que verá la luz, imagino, con motivo del Salón del Cómic de Barcelona. Muy atentos que huele a pelotazo.
- La segunda tentativa de Mr. Juan Albarran y yo de atacar los premios gordos del Silent Manga Audition, después del buen estreno que hicimos con Gurōbu en la anterior edición. En esta ocasión, la historia se llama Itabasami (como os dije aquí) y es un cambio de tercio con respecto a la temática y la forma de abordar lo que hemos querido contar. Juan ha sido un titán para no variar, y esta vez ha contado con la puntual ayuda de David Pinos, al que le estamos muy agradecidos. A medida que en los próximos meses empiecen las noticias sobre quién va pasando los cortes, os contaré si conseguimos nuestro objetivo. Por cierto, la imagen que ilustra esta entrada corresponde a la primera página de la misma.
- Y el tercer proyecto que tenía el deadline durante este mes de marzo era la antología gótica en la que participo con una historia llamada Sangre Inocente, junto a Lara Barón y Patricia Carrillo. Esta antología saldrá publicada próximamente con el sello de Nowevolution e igualmente une a autores conocidos que seguro que hacen de este tomo algo apetecible para los amantes del género.
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