Después del
Málaga Cómic Festival el mes pasado, ayer estuve en otro evento comiquero que celebra su primera edición como es el
Animacomic. Así que a las diez de la mañana estaba pasando un calor muy rico en la cola (bastante larga) de personas que querían entrar en el
Palacio de Ferias y Congresos, sede de este Animacomic. Es curioso lo viejuno que me sentía, porque la mayoría era una muchachada disfrazada de personajes del mundo del Manga y el Videojuego. Sin exagerar puedo decir que el 95% de los asistentes (que fueron bastantes) se tiraron de cabeza a la zona donde estaban los juegos, talleres, torneos de cartas, cosplay, concursos, conciertos o gymkanas, mientras que un muy reducido grupo de veteranos buscábamos las dos salas de conferencias (Will Eisner y Manuel Vázquez) donde se desarrollaron las charlas y encuentros en petite comité con los invitados. Por un lado es triste que vengan gente como
Cels Piñol, Mateo Guerrero, El Torres, Jose Luis Munuera, Hernán Migoya o
José Luis Ágreda y que el aforo de las salas no supere la media centena de personas, mientras fuera hay un gentío de chavales disfrazados y jugando. Por otro lado para los asistentes fue un regalo porque aquello parecía casi una reunión de amigos.
Al primero que nos encontramos fue a
Cels Piñol que demostró ser un profesional de este tipo de eventos. Estuvo hablando cerca de hora y media de los proyectos que tiene en marcha, me enteré que está metido de alguna manera en el canal Boing de dibujos animados (si alguien no ha visto
Hora de Aventuras que lo haga), que proximamente colaborará con
Nuevas Hazañas Bélicas de EDT, que se está planteando volver a ingresar en el Ejército (verídico) y que quiere hacer una película de animación de
Fanhunter. También se habló del cómic digital y del modelo de las editoriales, de los precios cada vez más caros de los tebeos, y así hasta que llegó la hora de marcharse. Entonces aprovechamos la salida para pedirle un dibujo, y Cels se mostró la mar de simpático. Se sentó en el suelo y se puso manos a la obra para hacerme un
Ridli Scott dedicado.
Justo antes que Cels me hiciera el dibujo, pude hablar con El Torres, un guionista al que admiro profundamente. Es un pionero, el único que conozca que ha conseguido exportar sus historias al mercado USA de primera división, más concretamente a Image. Con El Velo, El Bosque de los Suicidas y Tambores tiene tres obras que aunan todo lo bueno que un guión tiene que tener para convencer a un editor y gustar al lector. Además que se portó genial conmigo, me dijo que tenía que aprender a hacer algun dibujo si pensaba firmar ejemplares en el futuro, me dio algunos consejos sobre como presentar proyectos a las editoriales, me recomendó un programa que usa para que los guiones tengan un formato más masticable para los dibujantes, y la lástima es que no pudiera asistir a la charla que dio a la siete de la tarde sobre las claves del cómic de terror. Eso y que no pude llevarle El Velo y El Bosque de los Suicidas (craso error, no los tenía conmigo por la mañana) para que me los dedicara como hizo con Tambores. En definitiva, un guionista genial y una persona excelente en el trato.
Y finalmente pude escuchar la charla de Mateo Guerrero y el gran Jose Luis Munuera. Grande en todos los sentidos. Hablando con mucha coherencia acerca del modelo editorial del cómic europeo, del bajón que han pegado las ventas (Mateo llegó a apuntar que ha bajado tanto que las cifras de venta en España ya no son tan ridículas en comparación) y de los mecanismos que las editoriales ponen en manos de los autores para promocionar sus obras (ninguno). Y grande en el trato también, como se prestó tanto a firmar ejemplares de todas sus obras (en muchas haciendo dibujos tremendos) y a hacerse fotos con los que se lo pedimos. Yo le pedí que me hiciera un dibujo de Navis y aquí abajo está el resultado. Guerrero también hizo un par de dibujos, uno muy chulo con acuarelas de Turo precisamente en el álbum que le da nombre.
En definitiva, le doy una nota alta (bastante más que al Málaga Cómic Festival por entrar en la comparativa) por lo contento que me marché a mi casa después de más de siete horas allí, pero debido más a la disposición de los invitados que a lo que es la organización en sí, demasiado volcada en mi humilde opinión en las zonas relacionadas con el Manga y los Videojuegos, si bien como he dicho al principio, éstas estaban atestadas de jóvenes vestidos para la ocasión. La pena es que hoy no pueda estar allí, para hablar de nuevo con El Torres y que me firmase los dos tomos que ayer no llevaba, o pedirle a Javier Mena o Agustín Padilla que me hicieran algún dibujo.