Esta camiseta tiene su historia y algún día la contaré. Solo decir que me hice con ella en una tienda de cómics que abrieron hace ya una pila de años en Alcorcón (ciudad sin ley) y tras unas cuantas visitas mías acabaron por cerrarla. El caso es que como podéis ver es una camiseta de los WildCats, pero de la época buena al menos para mí, la que contaba con los guiones de James Robinson (y después de Alan Moore ni más ni menos) más los dibujos de uno de mis favoritos, Travis Charest, pedazo de artista tan sumamente bueno como lento con los lápices.
Esta es una etapa que merece estar, para mi gusto, dentro de lo mejor que se puede leer al menos en el género en que se encuadra, muy por encima de los típicos argumentos simplistas de enmascarados poniendo poses de modelo. La pobre camiseta esta más ajada que el rostro de un nonagenario, pero le tengo tanto cariño que hoy día todavía me la sigo poniendo.
Esta es una etapa que merece estar, para mi gusto, dentro de lo mejor que se puede leer al menos en el género en que se encuadra, muy por encima de los típicos argumentos simplistas de enmascarados poniendo poses de modelo. La pobre camiseta esta más ajada que el rostro de un nonagenario, pero le tengo tanto cariño que hoy día todavía me la sigo poniendo.