CAMISETA DE HELLBOY

Otra compra de Ebay...

NACE IDEAS DE MONO

Bueno, no es que sea una sorpresa para la mayoría de los que pasáis por este rincón. Más que nada, porque con el lavado de cara que le he pegado al Sanedrín del Cómic, ahora podéis ver un menú debajo de la cabecera, donde pone entre otras cosas, Ideas de Mono. Pero esto es como con los barcos, aunque se vean justo antes de echar a navegar, hasta que no le pegas el botellazo en la quilla no está presentado en sociedad. Pues este post es el segundo botellazo, que el primero ya lo pegó mi socio y amigo en esta aventura, Roberto Corral.

Como bien dice él, Ideas de Mono nace como un sello en el que publicar nuestros proyectos, pero quién sabe en qué puede evolucionar. De momento ya se puede reservar el libro de bolsillo Mi novia es un zombi, un relato corto (de 110 páginas) por tan solo 5 euros, en el que se aunan el suspense, las justas dosis de humor negro y algunos escenarios y planteamientos reales. También están a la venta las camisetas oficiales en color rojo, con el logo del sello que os dejo aquí debajo, hecho por Roberto.

Visitar el blog, haceros seguidores, si no estáis en el grupo de facebook pedírmelo, y sobre todo, hacernos un poquito de promoción en vuestras respectivas bitácoras digitales, y si nos ponéis un enlace ya nos hacéis unos reyes. Muchas gracias por aguantar mi lado pedigüeño gente.

¡¡WILD, WILD, WILDCATS OHHHHHHH!!

Esta camiseta tiene su historia y algún día la contaré. Solo decir que me hice con ella en una tienda de cómics que abrieron hace ya una pila de años en Alcorcón (ciudad sin ley) y tras unas cuantas visitas mías acabaron por cerrarla. El caso es que como podéis ver es una camiseta de los WildCats, pero de la época buena al menos para mí, la que contaba con los guiones de James Robinson (y después de Alan Moore ni más ni menos) más los dibujos de uno de mis favoritos, Travis Charest, pedazo de artista tan sumamente bueno como lento con los lápices.

Esta es una etapa que merece estar, para mi gusto, dentro de lo mejor que se puede leer al menos en el género en que se encuadra, muy por encima de los típicos argumentos simplistas de enmascarados poniendo poses de modelo. La pobre camiseta esta más ajada que el rostro de un nonagenario, pero le tengo tanto cariño que hoy día todavía me la sigo poniendo.