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31 julio 2018

LA CESTA DEL MES #42


La cesta del mes ya está aquí, y con el mes de Julio aparte de calor nos llegan novedades entre las que he querido destacar, de una manera muy personal, estas que os detallo a continuación:

Monstress #2: La sangre, de Marjorie Liu y Sana Takeda. Cartoné. Rústica. 152 páginas. Color. 17,50 €. En este segundo volumen de Monstress visitaremos la ciudad costera de Tiria y navegaremos por el mar hasta la misteriosa Isla de los Huesos. Un viaje que obligará a Maika a reevaluar su pasado, su presente y su futuro, y decidir si puede confiar en alguien, incluso en ella misma. Esta serie ha cosechado unos cuantos Eisner en la última edición, más concretamente los de Mejor Serie, Mejor Cómic para Adolescentes, Mejor Guion, Mejor Portada y Mejor Pintor/Artista Multimedia, con lo que queda refrendado que es una colección a tener en cuenta.

Sherlock Frankenstein y la Legión del Mal, de Jeff Lemire y David Rubín. Cartoné. 152 páginas. Color. 16 €. Spin-off de Black Hammer (que cayó como recomendación por aquí hace un año) con David Rubín al dibujo. Aquí la protagonista es Lucy, una periodista decidida a descubrir qué pasó con su padre: el superhéroe conocido como Martillo Negro. Eso la lleva hasta el infame asilo para criminales de Spiral City, donde residen algunos de sus más peligrosos supervillanos. A medida que se acerca a la verdad, Lucy descubre los oscuros orígenes de algunos de los mayores enemigos de Martillo Negro y cómo se vinculan con el enigma de lo que le pasó al gran héroe de Spiral City.

El asesino dentro de mí, de Devin Faraci y Vic Malhotra. Cartoné. 144 páginas. Color. 16,95 €. Adaptación de la obra del escritor Jim Thompson de la mano de Devin Faraci y dibujada por Vic Malhotra. Escrita en el año 52, la historia ofrece una visión oscura de la mentalidad de un asesino en serie estadounidense muy anterior a Charles Manson, a John Wayne Gacy. Lou Ford es ayudante del sheriff en Central City (Texas). Es un tipo que esconde una enfermedad que casi acaba con él cuando era joven. Y esa enfermedad amenaza ahora con volver. Cuenta además con una introducción de Stephen King, que es públicamente bastante seguidor del trabajo de Thompson. Y como apunte final, hay una película que ya adaptó la obra en 2011, con Cassey Affleck haciendo de Lou Ford.

Thanos: Los Hermanos del Infinito - Marvel OGN, de Jim Starlin, Alan Davis y Mark Farmer. Cartoné. 72 páginas. Color. 12,95 €. El Titán Loco tiene todo lo que quería, pero la satisfacción no forma parte de su vocabulario. Ahora, un viejo enemigo acecha en el futuro lejano. Para combatirlo, Thanos necesitará recurrir al ingenio de su hermano Eros (Starfox) y a regañadientes a la ayuda de Kang el Conquistador. Cualquier cosa hecha por Alan Davis y entintada por Farmer es merecedora de estar entre las elegidas del mes. En este caso estamos ante la primera de las últimas tres entregas escritas por Starlin (las dos siguientes se llamarán Thanos: The Infinity Conflict y Thanos: The Infinity Ending).

Total - 63,40 € que es un poco más de lo presupuestado el mes anterior.

Alternativas:


100% Marvel HC. Espíritus de Venganza: La guerra a las puertas del infierno, de Victor Gischler, David Baldeón y Andres Mossa. Cartoné. 120 páginas. Color. 15,95 €. He de confesar que fui coleccionista de las series que tenían como protagonistas a Motorista Fantasma, Blaze, Hannibal King, Morbius y compañía. Por eso, al ver este tomo me inundó la nostalgia y quiero darle una oportunidad. Pese a que descubro (ignorante de mí) que Johnny Blaze vuelve a ser el Motorista Fantasma. Junto a él tenemos a Hellstrom, Satana y Blade. Eso y el dibujo que corre por cuenta de David Baldeón son motivos de sobra para recomendar este volumen.

Lago de Fuego, de Nathan Fairbairn y Matt Smith. Cartoné. 168 páginas. Color. 19,50 €. Ambientada en el 1220 nos cuenta como una nave espacial alienígena infestada por una horda de criaturas sedientas de sangre se estrella en las remotas montañas de los Pirineos franceses. Allí, un pequeño grupo de cruzados y una hereje cátara serán el único obstáculo entre el Reino de Dios y el Infierno en la Tierra. Este argumento introduciendo invasiones extraterrestres en la antiguedad (como en El Rey Araña) me sigue llamando lo suficiente la atención como para recomendarlo.

07 noviembre 2014

MIS FAVORITOS DE BATMAN

Unos días después de haber participado de la charla organizada en Comic Stores en torno al 75 aniversario de Batman, mi amigo Ricardo me sugirió que dedicara una entrada a detallar los tebeos que había mencionado en dicha charla. Me pareció una idea cojonuda y aquí está el resultado.

Año 84. Entre Mortadelos y Superlópez llega a mi manos el primer tebeo de superhéroes que voy a leer en mi, por aquel entonces, tierna infancia (tendría unos siete años). Se trataba de un retapado con la primera colección regular de Batman en España de la mano de Zinco (como el resto de los ejemplares que voy a relacionar). Los cinco primeros números de dicha serie regular (sus correspondencias USA serían Batman #346 a #350 y Detective Comics #513 a #517) llevaban historias autoconclusivas a excepción del quinto que te dejaba con el nudo en la garganta. A destacar el arte de Don Newton, Gene Colan y Trevor Von Eeden.


Nada más pasar la portada te encuentras con una splash page del mencionado Don Newton, donde hace una interpretación de Harvey Dos Caras bestial, que me recuerda con el paso de los años al James Cagney de Al rojo vivo.


Si el comienzo no puede ser más impactante, la parte final a cargo de Gene Colan es algo que a un chaval de tan corta edad no se le olvida jamás. Colan es de los autores que mejor supo trasladar el mito del vampiro a las páginas de un cómic, no en vano venía de hacer La Tumba de Drácula con Marv Wolfman durante siete años.


He querido dejar en último lugar la parte central dibujada por Trevor Von Eeden por dos motivos: primero porque es un dibujante que no tuvo mucho reconocimiento pese a qué, como se puede ver, destila calidad por los cuatro costados.


Y segundo porque uno de los tebeos de Batman de los que más me acuerdo, a pesar de que no lo llegara a mencionar en la charla de Comic Stores, es el correspondiente al Batman Annual #8 que aquí salió publicado en tres partes dentro de los números #7, #8 y #9 de la misma serie regular que daba comienzo con este retapado. Ese ejemplar, que me descubrió por primera vez a Ra’s al Ghul, estaba guionizado por Mike W. Barr (mítico creador de Camelot 3000 entre otras joyas) y dibujado por Von Eeden, que se marca al final de la historia una pelea increíble entre los dos antagonistas.


Por orden cronológico debería haber comenzado este post con el excelso crossover Batman Vs. La Masa, pero aquí nos llegó ocho años más tarde de lo que lo hizo en los USA (allí se publicó en el 81 con el título de Batman Vs. The Incredible Hulk). Curiosamente se lanzó el mismo año que se estrenaba el Batman de Tim Burton. Supongo que algo tendría que ver aquello para que de repente se les ocurriera lanzar la edición española.


Aquí la chicha de verdad estaba en el dibujo de José Luis García López, porque el guión del bueno de Len Wein era el estándar de este tipo de aventuras: primero los héroes pelean entre ellos y el villano escapa, para dar paso a los héroes acaban colaborando y lo atrapan. Dos cosas a destacar en el apartado gráfico. Lo primero la contraportada de aquella curiosa y gigante edición con cartoncillo de "mírame y no me toques", que llevaba directamente impresos los orígenes de Batman y La Masa (nótese que aún no se usaba lo de Hulk). En media página te contaban el origen de ambos con una economía narrativa apabullante. Y en segundo término, como decía el arte de García López (otro día dedicaré un post a su trabajo en Atari Force y no será porque sí) es eso, ARTE. Me acuerdo sobre todo de la página en la que hace un homenaje a Picasso y Dalí cuando el Joker está perdiendo la cabeza más que de costumbre.


En España nos llegó también en ese maravilloso julio del 89 la saga de Las diez noches de la Bestia. Constaba en total de cuatro números (Batman #417 a #420 USA) con guión de Jim Starlin y dibujos de otro nombre a tener en cuenta, Jim Aparo. Este tebeo lo recuerdo asociado a una semana de veraneo en Calpe, donde me pude leer sus 24 páginas hasta en siete u ocho ocasiones. El guión de Starlin tenía más tintes de intriga y espionaje que otra cosa, algo que me llamaba poderosamente la atención. El dibujo de Aparo era de una calidad indiscutible, recordando en algunos aspectos a Neal Adams, con todo lo que eso implica.


En el verano del año siguiente aparecía bajo la cabecera de Detective Comics una saga de tres números (Detective Comics #587 a #589) llamada Gente de Noche, con Alan Grant y John Wagner en los guiones y Norm Breyfogle en el apartado gráfico. El guión de Grant y Wagner era canela fina y muy original. El hilo conductor de la historia son las canciones de un DJ radiofónico. Las letras van coincidiendo con las escenas que dibuja un Breyfogle que aquí hace gala de su peculiar estilo. Como curiosidad, y aunque ya lo comenté por aquí, hace un par de años el propio Breyfogle me firmó el ejemplar en el Málaga Comic Festival.


Por último, ya en los años 95 y 96 salieron los dos únicos números con la cabecera de Leyendas del Murciélago (Batman: Legends of The Dark Knight #54, #64, #69 y #70), conmigo entrando ya en la mayoría de edad. Terminus incluía dos historias de terror distintas: una de Mike Mignola que ponía a Batman haciendo frente a un enemigo surgido de un relato de H.P. Lovecraft; y otra cercana a El Resplandor con guión de Jamie Delano y dibujo de un Chris Bachalo con un estilo anterior al que todo el mundo conoce ahora, más cercano a gente como Sienkiewicz o Kieth. Cierro este repaso con el segundo y último número de Leyendas del Murciélago: Criminals. Un relato en dos partes con guión de Steven Grant y dibujos de Mike Zeck, que venían de hacer maravillas con la regular de El Castigador, y que aquí sientan cátedra a mi entender por la manera de trasladar una historia dura y sin concesiones, de ambientación carcelaria, donde Bruce Wayne ha de volver a recurrir a su habilidad para crear otras identidades falsas, cosa que sí se representaba en los tebeos de por aquel entonces, pero que creo que se ha perdido.